Llega una nueva cosecha de Saurus Barrel Fermented Pinot Noir a la góndola, el vino que desarrolló esta categoría en Argentina. Son vinos exclusivos, que se elaboran 100% en barricas de roble nuevas.

Los vinos Barrel Fermented, como se conoce ahora al método tradicional de elaboración de la Borgoña, son una novedad en Argentina, donde mandan las vinificaciones tradicionales y el empleo de la madera como herramienta de crianza.

Saurus Barrel Fermented, los varietales Malbec y Pinot Noir de alta gama que inauguraron la categoría a nivel local, fueron lanzados en diciembre de 2008 como especiales que desarrolla Familia Schroeder en su bodega de San Patricio del Chañar. La novedad que aportó la casa patagónica consistió en utilizar la barrica de roble -hecha especialmente a medida, con un grado de tostado determinado- como recipiente de fermentación y crianza.

Es decir, que desde el momento en que la uva llega a la bodega y es despalillada, entra directamente a la barrica sin moler -a la que se le ha retirado una tapa- y que, una vez llena, se cierra para dar comienzo a la fermentación. Este método, tradicional para algunos Pinot Noir de la Borgoña, es el secreto de la línea de Familia Schroeder.

En un primer momento, la línea sorprendió a la crítica especializada y al público consumidor, porque se contaban entre los tinos más modernos que había en el mercado. Luego el método que ha sido empleado por varias bodegas -en el Clos de los Siete, por ejemplo- y hoy es tendencia en elaboración para vinos de Alta Gama.

Nueva añada de Suarus Barrel Fermented

Y ahora llega la segunda añada del vino al mercado: la 2008. Por ahora sólo el Pinot Noir, concebido y elaborado por Leonardo Puppato, enólogo de la Familia Schroeder. Consigue exaltar las virtudes del varietal manteniendo la tipicidad patagónica: su aroma punzante de fruta roja, amalgamado con elegantes trazos de vainilla y cacao, aportados por el roble.

La expresión frutal y arrobante del vino, por otra parte, proviene de la utilización del clon R4, especialmente desarrollado para que el Pinot Noir gane intensidad aromática y consiga un paso más envolvente. Sensación que, apoyada en unos finos taninos de roble nuevo, le confieren a la boca de este tinto un tacto sedoso.

Por ser un vino especial, del que se elaboran pocas botellas, en su etiqueta se apuntan los detalles de su creación en la que se especifica la información técnica, la fecha de cosecha del cuartel, el período en que permaneció en barricas y su embotellado. También lleva la firma del enólogo, que sella la presentación.

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Fuente: La Mañana de Neuquén.