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CADA VEZ MÁS VINOS LLEVAN ETIQUETAS RARAS ¿CUÁLES PROBAR?

Cada vez más vinos llevan etiquetas raras ¿cuáles probar?
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13/11/2015
Atrás quedó la época conservadora de las fincas y los dones. Lo que mueve la góndola hoy es la audacia. Y estas son algunas de las marcas y vinos más curiosos.

La industria vitivinícola se aggiorna de la mano de las tendencias: el estilo de vinos que hasta hace cinco años marcaba la cancha hoy está en retroceso ante al aparición de nuevos paradigmas enológicos. Lo mismo sucede con las etiquetas. La postal del viñedo o la antigua bodegas, los nombres de los fundadores y familiares de los enólogos y otros recursos están demodé. Hoy si se quiere seducir a un consumidor que pasa el tiempo en Tinder, dedeando en Tumblr o Pinterest hay que patear el tablero. Eso es lo que hacen algunas nuevas etiquetas de vino: incorporan un nuevo lenguaje y reinventan una estética que pica entre el mundo naif del circo, los posters de buscados o un simple juego tipográfico. La movida recién comienza y ya tiene algunos vinos para el recuerdo. Son:

Funckenhausen Red Blend (2014, $120) es llamativo no solo por la imagen imponente de su etiqueta y la tipografía elegida sino que además llega en botella de litro, toda un apuesta. El audaz detrás de la decisión es Alejandro Leirado, nieto de Kurt Heinlein propietario de Bodega La Espera. ¿Por qué de litro? “Por que es un vino para compartir y 750cm3 nunca alcanza”, asegura Leirado. Elaborado por el enólogo Mauricio Lorca, es un blend de Malbec, Bonarda y Syrah de San Rafael que resulta jugoso y ligero. Ideal para compartir en mesas pobladas.

El Joven Equilibrista Malbec (2014, $145). Con esta etiqueta, el enólogo mendocino Juan Ubaldini presentó en sociedad sus vinos hace algo más de un año. La idea fue graficar con un personaje circense el estilo equilibrado de sus vinos, todos elaborados con uvas de Vista Flores (Valle de Uco). No tardaron en llegar las variaciones del Equilibrista original, dos vinos que según el vigor o complejidad se llamaron El Sensacional Equilibrista y El Gran Equilibrista. Para los blends es Ubaldini abrió la pista de su circo y salieron a escena el Domador del Monstruo de dos Cabezas, blend de Cabernet Sauvignon y Franc, una Mujer Barbuda y hasta un Audaz Hombre Bala.

Alma Negra por Liniers (2013, $189). Ernesto Catena fue pionero a la hora de pensar etiquetas provocativas. A fuerza de diseños originales y marcas exóticas construyó un exitoso porfolio de vinos. Ahora para su línea de blends ocultos delegó el diseño de las etiquetas en Liniers, el dibujante argentino más cotizado y querido. Son los cinco componentes del corte original y llegan en botellas de 500 cm3. Cada uno tiene en su etiqueta a uno de los clásicos personajes del dibujante en situación vínica (huele, bebe, observa, descorcha y sirve). Todos tintos, con perfil tenso y expresivo, no tardaron en convertirse en objeto de deseo para los fanáticos de Liniers y todos los bebedores de buena ley.

Arrogante (2011, $200). Andrés Ridois es un creativo que transita el mundo del vino desde hace años. Su principal virtud es desarrollar ideas conceptuales que llaman la atención del consumidor. Desde hace dos años está a cargo de los vinos de la bodega Vicentín, proyecto que presentó con un blanco de Malbec que sorprendió al mercado. Recientemente sumó al porfolio de etiquetas mendocinas dos de Chile, un Pinot Noir y un Sauvignon Blanc, ambos del Valle de Casablanca, más un Champagne elaborado en Reims, Francia. Así son las decisiones de Ridois, arriesgadas, como el nombre poco amigable de este Malbec, o como Maldito, otro tinto que pronto llegará al mercado.

Vinilo Bonus Track (2012, $250). Marcelo Franchetti y Mauricio Boullaude son Underground Wines, uno de los proyectos curiosos que deja 2015. Quien puso en marcha la idea fue Franchetti quien luego de trabajar por años en el ámbito corporativo se propuso a cursar la carrera de enología en Mendoza. Una vez recibido comenzó a trabajar en Bodega Zorzal con los hermanos Michelini y así pulió su estilo como winemaker. El nombre del proyecto responde a que los socios son fanáticos de la música y el vinilo representa para ellos la vuelta a las raíces y la esencia de las cosas. Y así son sus vinos: simples. Por el momento son cofermentaciones elaboradas en huevos de hormigón y ánforas. El único disponible al momento es Bonus Track, un blend de Malbec, Cabernet Franc y Cabernet Sauvignon originario de Gualtallary (Valle de Uco).

Frog Malbec (2014, $300). Javier Aller es un veterano del ámbito basquetbolístico nacional. En las canchas lo llamaban el sapo y de ahí el nombre de su vino. sin embargo en su contraetiqueta Aller asegura que la frescura de sus vino es otro factor común con el batracio noctámbulo que aprovecha el frio de las noches para cazar a sus presas. Las uvas son de Tupungato y la elaboración está a cargo de Ariel Angellini, propietario de bodega Tupún. Resulta sabroso y envolvente con buena acidez en medio de boca, fiel al terroir y al perfil de todo sapo.

Pyros Single Vineyard Block Malbec (2012, $300). La tendencia de las etiquetas disruptivas no es exclusiva de los proyectos pequeños. Este año uno de los grandes de San Juan presentó una línea para vinos de alta gama que nacen con uvas del valle de Pedernar. Dado que el estilo de los vinos de este novedoso origen es rústico y brioso desarrollaron una estética moderna y algo desprolija que sobresale a simple vista de la góndola y sorprende que se trate de un vino de una bodega tan popular.

Mosquita Muerta (2011, $350). José Millán, propietario de una importante cadena de supermercados en Mendoza, se metió en el negocio del vino durante la última década. Partió con la clásica bodega Los Toneles, aunque pronto decidió lanzar una línea más audaz. Cada etiqueta juega con las diferentes facetas del empresario a la hora de hacer negocios. Para esto recurrieron a expresiones bien argentas como la que da nombre a la bodega y vino de cabecera, Mosquita Muerta, ya que siempre tiene un plan aunque nadie lo note, Sapo de Otro Pozo, por que así es como se sintió en la industria desde un comienzo, y Perro Callejero, ya que Millán sostiene que siempre hay que estar en movimiento. Para cada vino, todos blends, hay un versión en tinto y otra en blanco. Vinos curiosos cómo sus nombres, con alto nivel gustativo.

Buscado Vivo o Muerto (2013, $750). Con estética far west, el agrónomo Alejandro Sejanovich lanza sus nuevos vinos de finca. Es una selección de seis diferentes viñedos del Valle de Uco de los cuales solo se presentaron cinco hasta el momento. A orígenes ya conocidos como Altamira y Gualtallary se suman El Cepillo, Chacayes y Pareditas. Como es costumbre del winemaker todos son cofermentaciones de Malbec con los uvas que considera representativas de cada origen. Lo curioso de esta marca no es solo la etiqueta, sino también la comercialización: los venden en forma directa vía redes sociales o en alguno de los siete puntos de Buenos Aires que los tendrán disponibles. Cinco forajidos que habrá que buscar.

Fuente: Alejandro Iglesias - Vinomanos.

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