No hay mejor momento para el disfrute que el período estival, ya sea porque las fiestas se prolongan, por las vacaciones o por sentirnos más liberados ante el cierre de un ciclo y el comienzo de una nueva etapa. Si bien las altas temperaturas y la intensidad de los rayos solares son una amenaza, es muy fácil obtener el máximo placer en cada trago.

Todos tenemos costumbres muy arraigadas, algunas por herencia familiar y otras por cuestiones de la sociedad. Sin embargo, hay otras que tienen que ver con nuestro disfrute diario, como las del comer y el beber. Estas últimas no están ajenas a los cambios que sugiere esta época del año en la cual la cotidianeidad se ve distorsionada.

Los días de oficina son más light, menos vertiginosos, la previa de las vacaciones genera pura ansiedad, mientras que la vuelta es en cámara lenta. Y si bien las idas y venidas de todos se multiplican, las reuniones con amigos también surgen de forma espontánea y con ellas los momentos para disfrutar de una bebida refrescante.

Por suerte, al ser un gran productor de vinos, nuestro país ofrece muchas opciones y, en consecuencia, la oferta de etiquetas siempre es y será abrumadora. Las cervezas, las destiladas y la sidra, no se quedan atrás y presentan una gran variedad. Somos muy afortunados por tener a mano de todo y para todos los gustos. Lo importante es estar siempre bien preparado y tener creatividad, más allá de las ganas de compartir y agasajar.

Vinos para tener siempre a mano

No necesariamente hay que invertir mucho porque, en este contexto, querer es poder. Es elemental tener siempre en la heladera un Torrontés, aunque no sea muy pretencioso, no para servir una copa, sino más bien para sorprender en un trago largo con varios hielos, una rodaja de limón (mejor lima), mitad de vino blanco y gaseosa lima (Sprite). Refrescante, canchero y tan informal como contundente, seguro que hasta el sommelier de Coca Cola quedará encantado. Los invitados se sorprenderán con la propuesta y lejos de criticar el vino o su mezcla (más allá de los puristas que nunca faltan), la mayoría lo disfrutará. El nivel de gaseosa será a gusto en función de la cantidad de dulzor deseada.

Un vino rosado también es de los más adecuados para tener en la heladera; es una variedad que permite destacarse fácilmente porque sigue siendo una novedad para la gran mayoría que no sabe que el Malbec Rosé, de cualquier precio, es exquisito. De acuerdo con la calidad será la recomendación de cómo servirlo. Si se trata del flamante rosado de Finca La Anita de Petit Verdot 2011 ($80), claramente lo mejor será servirlo en copas, no muy grandes, y bien fresco. Pero si se trata de otros menos pretenciosos, como puede ser el eterno Syrah Rosé de Santa Julia, las opciones se multiplican. Claro que por copa se luce, pero también se le puede agregar hielo y rodajas de durazno.

En esta época del año, los blancos también sobresalen, sobre todo los recién lanzados al mercado y de la cosecha que acaba de terminar, la 2011. De ellos, los mejores para disfrutar de manera informal y a toda hora son los bien expresivos, chispeantes y vibrantes. No sólo por su juventud, sino por su acidez firme y sostenida. Esto los hace bien refrescantes e ideales para beber bajo el sol o en las noches de verano, incluso más que los blancos complejos porque se suele comer más frugal y el contexto no ayuda para prestarle la debida atención al vino. Eso sí, la elección será clave para tener éxito. Un buen Sauvignon Blanc Patagónico o del Valle de Uco, un Torrontés salteño o riojano o un Pinot Gris sanjuanino serán las mejores opciones. Otra vez la copa no debe ser muy grande, y todos ellos aceptan hielo. No hay que agregar muchos cubitos juntos como se hace con un trago, sino uno por vez para que el vino no se diluya mucho.

En materia de tintos es necesario pensar bien porque la oferta es mucho más amplia, esto no significa necesariamente que la inversión deba incrementarse. Dejando de lado el supuesto de que muchos disfrutan de comidas importantes en lugares debidamente acondicionados, en esta época se lucen más que nunca los tintos livianos. Pinot Noir, Malbec y Bonarda son algunos de los más recomendados. Algo a tener en cuenta es que la mayoría de los vinos varietales en nuestro país son de este estilo, fluidos, refrescantes, con un buen carácter frutal y de taninos amables.

A diferencia de otras épocas del año, y de vinos más importantes, acá no es necesario servir mucho, ni en copones, porque no hace falta que el vino se abra y respire para dar lo mejor de sí. Ya lo exhibe al saltar de la botella a la copa o al vaso. Mejor si los recipientes son chicos y se sirve de a poco, para mantener la frescura. En lo posible, no colocar hielo a menos que el tinto esté caliente, y sodearlo sólo si las preferencias de cada caso así lo indican. Sin duda, el espumante es el más buscado. Y no sólo por el ánimo de seguir festejando, sino porque se sirve fresco y con sus finas burbujas se convierte en el trago más atractivo posible, al menos para muchos. Una vez más, la idea es tener en la heladera un par de botellas divertidas. Un dulce natural o un rosado servirán para sorprender a todos, incluso al del paladar más exigente.

Listas para tomar

Hace rato que el vino ha despertado la sed de los argentinos y ha permitido que muchas otras bebidas también sean protagonistas. De todas ellas, la más famosa entre las "ready to drink" es la cerveza, que más allá de que hace rato acaparó la atención de los consumidores locales, presenta una reciente diversificación hacia la calidad premium. Quilmes se ha sofisticado a tal punto que ofrece una opción light, Stella Artois se sirve sólo a la perfección, Heineken cada vez más global, Warsteiner con sus ganas de convertirse en gourmet, Imperial con su catedratización del consumo, Moretti, Kunstmann, Guinness y muchas otras cervezas súper premium del mundo están a mano para elevar el disfrute a otro nivel.

También se destacan Otro Mundo, la cerveza local que se le anima a cualquiera, y Antares, con una propuesta diferente para cada estación y un sinfín de maridajes posibles. Poco a poco el paladar de los argentinos comienza a ser más exigente también en cervezas, y eso es lo que permite el desembarco de tantas marcas. Claro que aquí la imagen de marca juega un papel fundamental porque, a diferencia de lo que ocurre con el vino, se presume que no hace falta ser un experto para disfrutar de una buena cerveza. Si bien es cierto que, al igual que con el vino, si se presta atención en el momento del consumo (se degusta), se percibirán las sutilezas de cada una de ellas. Y, más allá, de las distintas propuestas, no hay un momento para la cerveza, sino que todo el día puede ser un buen momento.

Pero hay muchas otras bebidas listas para tomar y muy agradables. Los Pronto de Gancia, el Dr. Lemon y el Smirnoff Ice son los más famosos y siempre pueden sacarnos de un apuro si tenemos alguna botellita en la heladera. Cada uno en su estilo cumple con su cometido: son refrescantes, amables y frutales, con el toque justo de alcohol. Sin embargo, hay más, porque estamos viviendo el revival de la sidra. Esa bebida espumante y dulce natural que nunca dejó de estar presente en las mesas renace con una nueva propuesta: servirla en vaso de trago alto con mucho hielo. Así, no sólo queda súper refrescante, sino que no pierde su esencia de bebida amable y chispeante. El secreto está en el tamaño del vaso y en la cantidad de hielo para que el consumo sea en un tiempo tal que la sidra no termine aguada.

El tablero de juego ya está completo con muchas opciones para disfrutar en verano. Y lo mejor es poder contar con todas para ir variando, ya que, como pasa con el vino, no hay una que cumpla con todas nuestras expectativas, sino que la mejor opción dependerá del momento, la compañía, la comida, el ambiente y el estado de ánimo.

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DIEZ VINOS PARA CONOCER ESTE VERANO

Gran Linaje Torrontés 2010 VER FICHA AQUÍ.
Etchart, Salta, $$$
Muchos pensarán que a este Torrontés ya se le pasó el turno; sin embargo, hay que descorcharlo para darse cuenta de que está viviendo su mejor momento. Mantiene su estilo de blanco aromático y elegante al mismo tiempo. Hoy su expresión es más moderada, pero tiene la misma frescura y profundidad de siempre. Sin duda, una muy buena manera de empezar una comida importante.
88 puntos

D.V. Catena Pinot Noir - Pinot Noir 2005 VER FICHA AQUÍ.
Catena Zapata, Mendoza, $$$$
El Pinot es el tinto más delicado ya que, por sus taninos suaves y dóciles, casi siempre su estructura resulta fluida y etérea en su paso por boca. En este flamante vino de Catena, las texturas están muy bien logradas y, lejos de estar apagada por el paso del tiempo, la fruta negra se percibe nítida tanto en nariz como en boca. Amable y fresco, ideal para beber por copa o acompañar comidas bajo el sol. Para ello tenerlo en frapera con hielo y servirlo frío, sólo así se irá atemperando sin perder atributo alguno.
87 puntos

Humberto Canale Old Vineyard Riesling 2011 VER FICHA AQUÍ.
Humberto Canale, Río Negro, $$$
Si bien en esta época los blancos se toman revancha de los tintos, preferidos a lo largo de todo el año, hay algunos que se destacan más que otros. Como esta flamante novedad de Humberto Canale, el padre del vino patagónico. Se respira una agradable tipicidad, algo de flores y miel. De buen cuerpo y con buena untuosidad. Más que un blanco para ensaladas es un vino para acompañar todo tipo de pescados y mariscos, mejor con los pies en la arena.
87 puntos

Bonarda Pura 2011 VER FICHA AQUÍ.
Passionate Wine, Mendoza, $$$
Para lograr este vino, que llama mucho la atención por su estilo atrevido, se juntaron dos jóvenes referentes. Un enólogo (Matías Michelini) y un periodista (Patricio Tapia). Ambos volcaron sus conocimientos y visiones para dar a luz a un tinto argentino que promete inaugurar una nueva era. Rústico pero equilibrado, poco profundo pero con mucha personalidad y con una presencia en boca tensa y terrosa que deja huella. De este primer inédito se hicieron pocas botellas. Si aún no lo probaron, descorcharlo asado de verano mediante.
87 puntos

Río de Luna Extra Brut 2011
Finca Propia, Mendoza, (1)
Aquel que sirva este espumante deberá explicar qué es Finca Propia. Un emprendimiento en Mendoza del cual todos pueden formar parte con una inversión que arranca en los 3000 dólares. Entre tanta satisfacción y vinos exclusivos, está este Extra Brut a base de Chardonnay y con la firma de Antonio Mas. Refrescante, de carácter bien frutal, más vivaz que equilibrado, ideal para acompañar un bandejeo con frutos de mar.
86 puntos

Carmela Benegas Rosé 2010 VER FICHA AQUÍ.
Benegas, Mendoza, $$
Son muchos los vinos rosados para recomendar; sin embargo, este de Federico Benegas tiene algo especial. No sólo porque está elaborado a base de Cabernet Franc, quizás su cepaje más destacado y preciado, sino porque ostenta estilo y personalidad propia y deja de lado su sofisticada apariencia. En boca es voluptuoso y refrescante, con cierta tenacidad. Ideal para acompañar carnes frías o sándwiches gourmet.
85 puntos

María Codorníu Rosé S/A VER FICHA AQUÍ.
Séptima, Mendoza, $$
Se acabó el año, pero la fiesta continúa, al menos durante gran parte del verano. Y es por ello que muchos vinos espumantes siguen siendo los más buscados. Por suerte, la oferta aquí es casi infinita y hay para todos los gustos. Para aquellos que quieren lucirse en verano con una comida informal pero con todos los detalles cuidados, este rosado de Codorníu es ideal. Amable y fresco, con burbujas finas y persistentes. Va bien con todo: carnes rojas, blancas, pescados y mariscos.
85 puntos

Extra Brut Des Andes S/A VER FICHA AQUÍ.
Dieter Meier, Mendoza, $$$
Esta etiqueta presenta un atractivo color cobrizo propio de la combinación de Chardonnay y Pinot Noir. Dieter Meier, propietario, es un artista suizo que recorre el mundo con sus extravagantes y desafiantes obras, además de su música tecno con su grupo Yello. Entre sus vinos presenta este Extra Brut muy armónico, con toques de fruta madura y burbujas persistentes. Va bien solo o acompañando una buena comida.
85 puntos

Novecento Cuvée Rosé S/A VER FICHA AQUÍ.
Dante Robino, Mendoza, $$
Muchos saben que Dante Robino se dedica a los vinos espumantes argentinos desde hace varias décadas, y es por ello que todas sus propuestas son tan bien recibidas por los consumidores. En este caso lanzó, para los más jóvenes, un rosado a base de Chardonnay y Bonarda elaborado con uvas propias y por ellos mismos, algo que pocos pueden hacer aquí. Por su atractivo color y paso amable y vivaz, es una muy buena opción para recibir a los invitados cuando empieza a caer la tarde.
84 puntos

Misterio Sauvignon Blanc-Sauvignon Blanc 2011 VER FICHA AQUÍ.
Finca Flichman, Mendoza, $
Hace rato que el éxito de este vino dejó de ser un misterio, y si bien es más reconocido por sus opciones tintas, en verano dan más ganas de disfrutar de este Sauvignon Blanc. Ligero y fresco, pero a la vez muy expresivo, con tonos de frutas cítricas y tropicales. Ideal para aquellos que en verano sacan a relucir su costado vegetariano y se la pasan comiendo ensaladas de todo tipo.
83 puntos

(1) Actualmente no disponible en el mercado.

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Fuente: Fabricio Portelli - El Conocedor.