El trabajo en cadena fue el secreto del éxito de la industria vitivinícola argentina.

A principios de la década del 90, antes de que se pusiera en marcha el plan vitivinícola nacional 2020, las exportaciones de vinos argentinos alcanzaban los 5 millones de dólares. El año pasado, las ventas al exterior de ese producto superaron los 860 millones de dólares.

El plan vitivinícola fue desarrollado por empresarios del sector que decidieron unir sus fuerzas para crear una marca país y salir al mundo de manera conjunta. También contó con la ayuda del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV), la Cancillería y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).

Hoy la industria del vino está cosechando los resultados de la revolución tecnológica y de marketing. Unas 412 empresas vendieron vino al exterior en 2010. El 40% de esas exportaciones fueron de Malbec. Su precio promedio, por caja (de 9 litros), alcanzó los 35,44 dólares, cifra levemente superior a la del año anterior. Estos datos surgen de un informe elaborado por la cámara Bodegas Argentinas, que reúne a las principales empresas productoras de vino del país.

En este momento, el mercado externo más importante es Estados Unidos. Durante 2010, se vendieron vinos por 6,9 millones de dólares, incrementando en casi un 20% los embarques del año anterior. Lo sigue Canadá, con 2,4 millones de dólares. Luego Brasil, con 1,9 millones de dólares. Las ventas hacia ese país tuvieron un incremento interanual de 24,3 por ciento.

Pero hay una brecha importante entre las exportaciones destinadas a Estados Unidos y a otros destinos. Por eso, Guillermo Barzi, presidente de la bodega Humberto Canale, habló del "boom del mercado americano".

Explicó que después de la crisis "el norteamericano empezó a cuidar más el bolsillo y en vez de consumir un vino de 20 dólares, de California o Australia, se empezó a fijar en otros más económicos. Por ejemplo, el argentino, que lo podía encontrar a 12 dólares por botella".

Fuente: La Nación.