Infiel Wines lanzó sus primeras dos líneas de vinos, con un precio de $30 y $70. Planean invertir u$s1 millón en los próximos años. Detalles del proyecto.

En momentos de turbulencia como el actual, en el que el sector vitivinícola está en alerta por el contexto económico, marcado a fuego por la inflación y la pérdida de competitividad, no es común que proliferen nuevos emprendimientos.

Sin embargo, pese al escenario adverso, dos empresarios están poniendo todas sus fichas en el lanzamiento de una nueva bodega, en la que planean desembolsar u$s1 millón en los próximos años.

Se trata de Infiel Wines, un emprendimiento bajo un nombre bastante provocador que está dando sus primeros pasos y que, días atrás, en el clásico restaurante La Stampa, en pleno corazón de Las Cañitas, realizó una presentación -de la que participó Vinos & Bodegas- , durante la cual se pudieron conocer las dos líneas con las que buscarán hacerse un lugar en el cada vez más competitivo y agresivo mercado interno.

"Nuestro objetivo es que los consumidores les sean infieles a las marca que consumen para que prueben nuestro vino. Y se vuelvan fieles", destacó Néstor Omar Virgallito, jugando un poco con el nombre de la bodega.

Cabe destacar que el proyecto se inició hace unos pocos años cuando Virgallito -que hace dos décadas posee una distribuidora de vinos y bebidas espirituosas- se asoció con Fernando Vicente, quien se desempeña como contador público y cuyo amor por la vitivinicultura, según él mismo relata, "surgió por mis continuos viajes a Mendoza, una provincia que realmente amo. Siempre me había estado rondando la idea de hacer vinos y cuando conocí a Néstor las cosas se dieron con total naturalidad. Adquirimos unas hectáreas y comenzamos a elaborar. Y ahora, que creemos tener un producto sólido, lo estamos presentando".

Actualmente, la bodega tiene unas 10 hectáreas propias en Lunlunta. Allí disponen de un viñedo plantado con Malbec que "tiene cerca de 100 años y con el que venimos trabajando mucho", destacó Vicente, quien agregó que, a partir de esas uvas, elaboran su vino tope de gama, Infiel Premium Malbec, que ya está disponible en algunas vinotecas -como Tonel Privado- a un precio sugerido de $70.

Paralelamente, el portfolio se completa con una línea low cost que apuesta a conquistar paladares de la mano de una buena relación calidad-precio. La misma se ubica en el segmento joven y está conformada por tres varietales: Malbec, Cabernet Sauvignon y Chardonnay, los cuales se consiguen a un valor de $30.

Los vinos

La degustación se abrió con Infiel Chardonnay 2011, un blanco que -al igual que las otras dos etiquetas que le dan forma a esta línea entry level- momentáneamente y mientras se construye la bodega -cuya fecha de inauguración está prevista en 2014- se está elaborando en Terrasur.

Se trata de un Chardonnay con una buena nariz, en la cual se perciben notas de manzana, trazos florales y el toque clásico de ananá, pero lejos de las estridencias, con un perfil más bien sobrio y no excesivamente tropical. En boca, a medida que avanza, se muestra fresco pero equilibrado, con una acidez correcta. Esto deriva en un concepto bastante elegante y que justifica ampliamente los $30 sugeridos.

Posteriormente, fue el turno del Infiel Malbec 2010. Buen ejemplar en nariz, con mucha fruta roja intensa y un touch floral caracerístico, sin mayores pretensiones y que cumple a rajatabla con lo que se espera de un varietal joven de este segmento de precios. En boca exhibe un paso fluido, con taninos bien trabajados y el plus de una carga aromática bastante intensa, liberándose en el paladar más de esa fruta percibida al comienzo. El resultado es un vino simple pero redondo y sin defectos de los que pueden llegar a encontrarse en vinos de esta categoría, como notas herbáceas y taninos verdes y astringentes.

Luego, fue el turno de Infiel Malbec Premium 2009, por ahora, el tope de gama y del cual se elaboraron unas 80.000 botellas.

Cabe destacar que actualmente se está produciendo en la bodega Furlotti bajo el asesoramiento de dos expertos: Carmelo Patti y Pablo Durigutti.

Con estos antecedentes por detrás, el vino no defrauda: en nariz es exuberante, con abundante fruta roja y nítidos toques de vainilla aportados por sus seis meses en contacto con madera. Al paladar se presenta bastante concentrado y con una buena jugosidad, donde se potencia algo de ciruela. Final de persistencia media. Es un vino sin aristas y fácil de beber, ideal para aquellos que buscan etiquetas en este segmento de precios con un buen dueto entre fruta y madera.

En este contexto, Virgallito destacó que "buscamos crecer de la mano de la calidad del producto, con el boca a boca, que el consumidor nos vaya descubriendo", al tiempo que agregó que "un punto a favor es que no vivimos de esto, entonces vamos muy de a poco. No apuramos al producto y no tenemos urgencias. Lo hacemos por la pasión por el vino y buscamos que esto se refleje en cada botella".

Por su parte, Vicente acotó que "el hecho de que no haya urgencias financieras nos permite cuidar mucho la uva, no cargarla con demasiada agua, hacer el raleo necesario... todo lo necesario para tener vinos de calidad".

De cara al futuro, Infiel Wines está trabajando en su propia bodega, donde en una primera etapa elaborarán únicamente su vino Premium. Además, acaban de adquirir otras diez hectáreas en Lunlunta, que recién están comenzando a plantar. También están levantando una represa para reemplazar el riego por manto por uno por goteo.

Posteriormente, el objetivo de ambos empresarios es abrir una posada y un restaurante, de modo de sumarse a la creciente tendencia del enoturismo.

En total, todas estas obras demandarán una inversión de u$s1 millón. Sin embargo, como siempre recalcan, todo se hará "paso a paso".

Mientras tanto, están saliendo a la caza de nuevos consumidores "infieles".

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Fuente: J.D.W. - iProfesional.