El jueves 21 de marzo se celebra el Día Mundial del Vermut, una ocasión ideal para disfrutar en casa o en bares de este aperitivo cuyos orígenes se remontan a la Europa de fines del 1700 y hoy se ha vuelto tan popular en la Argentina, con foco en los jóvenes.

El vermut hoy está en su mejor momento, en la Argentina y en el mundo. Según estadísticas del IWSR (International Wine and Spirits Report), 2022 representó el quinto año consecutivo de crecimiento de la categoría vermut: un 10% en promedio desde 2018. Además, desde 2012 se crearon unas 100 marcas nuevas de vermut en todo el mundo.

En la Argentina, donde se consumen casi 8 millones de litros de vermut por año, esa categoría creció un 47% en volumen, afirma la consultora Scentia. Por su parte, el comerciante de bebidas Juan Manuel Boetti Bidegain afirma: “Hay estudios que informan que la gente toma más, pero que la graduación alcohólica de las bebidas elegidas es mucho menor. Busca bebidas más suaves y refrescantes: el vermut ahí juega un papel importante”.

Los datos del Kantar Cocktail Tracking (2023) muestra que el 55% del consumo de vermut con soda se da en el hogar. Y al ser una opción de baja graduación alcohólica, se consume durante el día y la noche: 30% como aperitivo y 41% por la noche.

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En este día, acciones y recientes lanzamientos para probar cositas nuevas en esta bebida de larga tradición, muy querida en Argentina.

Cinzano propone declarar al vermut «de interés cultural». En 2023, Cinzano creció 51% en volumen respecto al año anterior con todas sus líneas de aperitivos. Líder del mercado, con más del 70% del market share de los aperitivos en la Argentina, la marca no solo acompañará a los fans del vermut a través de distintas acciones en bares, sino que este año propone que el vermut sea declarado de interés cultural.

La receta clásica del vermut es 70% de Cinzano, 30% de soda, hielo y una rodaja de limón.

“Guardianes del Cerro”, el vermut de Durigutti Family Winemakers

A fines de 2022 Durigutti Family Winemakers lanzó al mercado sus vermuts de bodega “Guardianes del Cerro”, un Bianco de Pedro Ximénez y un Rosso a base de uva Cordisco. Originales y con gran personalidad, unen la tradición europea con la identidad local, utilizando las aromáticas del cerro, nativo en el corazón de su finca propia en Las Compuertas.

“Estos estilos permiten abrazar a distintos paladares, aquellos que buscan un vermut clásico para disfrutar solo o con hielo, y los que prefieren llevarlo al plano de la coctelería, combinado la base de vermut con otras infusiones, hierbas o bebidas para crear versiones de autor. En las dos variantes, Bianco y Rosso, hay muchos aromas y capas de esta bebida para descubrir”, dice Pablo Durigutti, uno de principales artífices de este proyecto.

Estos vinos se encuentran disponibles en bodega y salen al mercado por venta directa.

“Mil Demonios Rosso”, de Bodega Sin Reglas

El vermut Mil Demonios Vermut Rosso tiene como base alcohólica un vino blanco, experimentando una crianza de dos meses en tanques de acero inoxidable. Según la bodega, “Su distintivo color castaño, atribuido a la presencia del caramelo, acentúa su carácter único. En la percepción sensorial se revela un equilibrio herbáceo y frutado en la nariz, con notas refrescantes de cardamomo y eucalipto. En boca, la presencia de pieles de naranja se entrelaza con notas de fruta madura, como la ciruela, generando una sensación refrescante con enebro y cardamomo, culminando en un final amargo y equilibrado gracias a su blend de raíces”. Un vermut ideal para tomarlo bien fresco antes de disfrutar una buena comida.

“Léonce Rosé Criolla”, de Bodega Piedra Negra

Bodega Piedra Negra, la casa productora de bebidas propiedad del bordelés François Lurton y su esposa Sabine, propone celebrar el Día Internacional del Vermut con una de sus más exquisitas creaciones: el Vermouth Léonce Rosé Criolla.

Además de ser muy refrescante, esta creación de Piedra Negra destaca, según la bodega, “por la complejidad de aromas y sabores que ofrece y por su versatilidad como ingrediente para elaborar tragos exquisitos y novedosos”. Se trata de un rosado de Criolla argentina (procedente de una parcela ecológica certificada de la zona de Tupungato, en el Valle de Uco mendocino) combinado con 21 botánicos, cítricos, especias y hierbas. Como recomiendan sus creadores: “Puede disfrutarse solo, a la vez que resulta un muy buen aliado de la alta coctelería por sus notas exóticas y su suave amargor”. De color rosa intenso, que evoca los vinos rosados franceses, ofrece una nariz compleja con fuerte presencia de hierbas y notas afrutadas. En el ataque en boca se percibe la frescura de la Criolla asociada a la Quina, una corteza procedente de América Latina que aporta un ligero amargor, dando a este vermut su singularidad.

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Fuente: El Triunfo de Baco.