Para Lucía Romero, directora de la Bodega El Porvenir de los Andes, el boom de Cafayate, donde las plantaciones crecen al 10% por mes, se basa en la elevada calidad y en la personalidad de sus vinos.

¿El Porvenir es una bodega fundada en 1890?

Sí, es una bodega antigua y por eso está en el centro de Cafayate. Pertenecía a la familia Lovaglio, de origen italiano y de hecho hay descendientes. Es una familia que estuvo instalada en Salta durante mucho tiempo.

Cuando mi padre compró la bodega en 1999, hacía ya mucho tiempo que no elaboraba vino. Por lo que tuvimos que hacer toda la inversión en infraestructura, tecnología y viñedos nuevos, pero preservando ese estilo tan particular que tenía, como las paredes de adobe en todo el exterior y algunas partes del interior, piletas viejas de piedra, para conjugar modernidad con tradición.

¿Por qué decidieron trabajar con Paul Hobbs (gran enólogo estadounidense, N.del R.) como consultor de la bodega?

Decidimos empezar a trabajar con Paul Hobbs porque queríamos buscar alguien con un gran renombre internacional, sobre todo en nuestro mercado principal, que es EEUU. Nosotros exportamos el 60% de la producción, y la mitad de ese 60% va a EEUU. Y como Paul Hobbs tiene un gran renombre ahí, la idea era que él nos ayudara a promocionar nuestros vinos.

Pero también nos gusta su estilo, lo que está haciendo en California y especialmente en Mendoza con la bodega Viña Cobos. Y como consultor nos gusta porque nos parece que busca la individualidad de cada una de las bodegas con las que trabaja. No hace un determinado tipo de vino marcado y lo vinifica, sino que le da mucha importancia al equipo local y a elaborar un vino que sea propio del terroir, que es lo que nosotros queríamos.

Y después, otro cambio importante fue el enólogo de El Porvenir. Nosotros estamos desde hace poco menos de un año con un enólogo nuevo que es Mariano Quiroga, que es joven (30 años), que trabajó en Catena, Esmeralda, Terrazas, Callia y tiene un método de elaboración muy moderno y muy en línea con el método que le gusta a Paul.

¿Son pocas las bodegas salteñas que elaboran vino Tannat?

Ahora hay cada vez más. En nuestro caso, cuando compramos la bodega, había 20 hectáreas de viñedos antiguos de 50 años, con mayoría de uva Torrontés y un poco de Tannat y Malbec. Entonces decidimos elaborar el Tannat para ver cómo se daba como varietal y así fuimos los primeros en lanzarlo a un rango de precio alto, con la primera añada en 2003 y no más de 7.000 botellas. Tuvimos un muy buen resultado, vendiéndolo sobre todo en EEUU e Inglaterra. Y ahora hay más bodegas que lo están lanzando, pero en los distintos rangos de precios.

¿Cuáles son los próximos pasos de El Porvenir en el corto plazo?

Estamos poniendo más énfasis en mejorar la calidad, creemos que todavía hay mucho más para mostrar de lo que se puede dar en la región, y en hacer vinos diferentes que expresen el terroir de Cafayate y que sean de máxima calidad en partidas limitadas. El objetivo desde que se armó la bodega es el mismo: poca producción y vinos de calidad que expresen Cafayate. La gente empieza a ver el potencial de los vinos de Salta.

Hay una movida para que el eje del vino salga un poco de Mendoza, ¿no? Con producciones más chicas...

Claro, porque hay gente que piensa que Patagonia tiene la misma antigüedad que Salta. Pero Salta tiene viñedos viejísimos y la verdad es que es una región muy chica, pero las plantaciones están creciendo al 10% por mes; hay muchas bodegas de Mendoza que están invirtiendo acá, como Catena, Terrazas, Chandon... Es decir que hay gente que está comprando y plantando, así que está creciendo mucho. Cuando todos los viñedos nuevos se vuelvan productivos, el porcentaje de producción de Salta a nivel nacional va a crecer y eso es muy bueno.

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Fuente: ViaResto.