Todo vuelve. sin nostalgia pero con reconocimiento a la coctelería que se gestó en la primera mitad del siglo XX, las barras de la ciudad honran aquel dicho de que todo pasado fue mejor.

Paso con los autos ( Mini Cooper o Citroën DS3 ), pasó con la moda (corbatines, botamanga ancha), pasó con la decoración (reediciones de Breuer , Bertoia , Jacobsen ). ¿Cómo no va a pasar con la coctelería? Así es: las mejores barras del planeta se están poniendo vintage, mirando al pasado para elaborar los cócteles del presente. No se trata de una mirada ilusoria de que todo pasado fue mejor. En la coctelería, esta máxima se hace carne: los años que van de finales del siglo XIX a 1950 marcan la edad de oro de barras y mezclas.

Entre 1870 y 1900, nacieron varios de los cócteles emblemáticos que aún hoy marcan el pulso de la noche: el Manhattan, el Dry Martini, el Old Fashioned. A partir de 1920, la Ley Seca norteamericana le dio a todo esto un marco estético under, y logró que los tragos, junto con los barmen exiliados, se reprodujeran en las capitales europeas. A partir de 1940, fue Hollywood el que se encargó de aportar el glamour con personajes como el parco Bogart o la bella Monroe, eterna copa en mano. Mucho más reciente, la serie Mad Men no hace más que reconocer y honrar esta nueva tendencia. Por todo esto, no es de extrañar que hayan aparecido en Buenos Aires barras que no sólo elaboran los cócteles clásicos más famosos, sino que realmente se especializan en esta vuelta atrás, investigando productos, recuperando recetas olvidadas, a veces de manera literal, a veces adaptándolas al paladar contemporáneo. Un viaje vintage al pasado que no muestra nostalgia, sino respeto.

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DOPPELGÄNGER
Juan de Garay 500

El leitmotiv de Doppel es celebrar los cócteles clásicos y olvidados. Una reivindicación al estilo de vida de la época dorada de la coctelería mundial. Guillermo Blumenkamp investiga y rastrea antiguas recetas, que luego reproduce a conciencia en la barra de este bar de San Telmo.

Brandy Crusta
Por muchos años, el brandy era el spirit de elección a la hora de elaborar un cóctel. Y este ejemplo es uno de los mejores de la historia de la coctelería.

1 3/4 oz brandy
1/4 oz cointreau
1/4 oz licor de marraschino
1/2 oz jugo de limón
2 gotas Angostura Bitters
Batir los ingredientes en una coctelera con abundante hielo. Hacer un colado doble en una copa de cóctel refrescada, con el borde escarchado con azúcar. Perfumar con piel de naranja y dejarla flotar en el trago.

Morning Glory Fizz
Un clásico trago de la época en que también se bebía a la hora del desayuno. De allí su nombre. De todas maneras, por su buena acidez, también se disfruta como aperitivo.

1 1/2 oz whisky escocés
1 oz jugo de limón
1 clara de huevo
2 dashes generosos
Pernod
1 cdita. azúcar
1 golpe soda
3 gotas Angostura Bitters
Se baten todos los ingredientes -salvo la soda y el bitter- en una coctelera con abundante hielo, de manera enérgica, para generar buena espuma. Tradicionalmente, se sirve en un higball con hielo, pero Guillermo Blumenkamp prefiere colarlo en una pequeña copa tipo sniffer de coñac. Al final, se vierte el golpe de soda y se echan las tres gotas de Angostura.

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UNIK
Soler 5132

En la flamante barra de Unik, Federico Cuco hizo un gran trabajo recuperando cócteles olvidados y armando una carta con el origen de cada uno. Para elaborarlos, utiliza botellas propias que trajo de algún viaje, o bitters y vermús caseros para emular los que se usaban antaño.

Covadonga
El Aviation es un antiguo cóctel que homenajeaba a los aviones como uno de los símbolos de un futuro brillante. En este caso, Cuco lo reversiona con un licor bien argentino (y retro) como la hesperidina.

1 dash clara de huevo
1 1/4 oz gin London Dry
1 oz hesperidina
1/4 oz marraschino
1/2 oz jugo de limón
Agitar todos los ingredientes con abundante hielo y colar en una copa de cóctel previamente refrescada.

Argentino CoBbler
Los cobblers son una familia de tragos que llevan frutas frescas en trozos. Tras casi haber desaparecido de las barras, hoy vuelven. Esta versión se basa en una receta del Gran Manual de Cocktails (1935), del barman argentino Raymond Porta Mingot.

1 oz Amargo Obrero
1/2 oz hierro-quina
1 dash de marraschino
1 gota granadina
1 gajo de lima exprimido
Gaseosa de lima limón o soda
Construir directo en un vaso higball con hielo roto y frutas de estación. Completar con la gaseosa o la soda.

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FERNET
La Salle 441, Bajo de San Isidro

Este bar y restaurante reabrió hace un mes con nuevos dueños. Uno de ellos es Esteban Iglesias, joven pero experto bartender que armó una carta especial dedicada a los cócteles vintage.

Montecarlo Imperial
Esteban Iglesias divide su carta entre tragos clásicos y vintage. Según él, vintage es una vuelta de tuerca a los clásicos, cócteles perdidos en la historia que ahora vuelven a surgir. Como este Montecarlo Imperial.

2 1/2 oz gin London Dry
1 oz syrup de menta blanca Fabbri
1/2 oz jugo de lima
Batir todos los ingredientes en una coctelera con abundante hielo. Colar en un vaso higball repleto de hielo nuevo, partido. Decorar con una rama de menta y un gajo de lima.

Acapulco
Si bien el gin, el brandy y el whisky eran las espirituosas más elegidas, también había lugar para el hoy famoso tequila. En este caso, junto al licor italiano Strega.

2 oz tequila
1 Strega
1 jugo de limón
1 clara de huevo
Batir los ingredientes en una coctelera con abundante hielo. Colar en una copa de cóctel previamente refrescada.

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Por Andy Cohen - Conexión Brando.