Cada año, el museo de este establecimiento centenario recibe 18.000 visitantes. Se trata de un espacio pensado para descubrir una parte fundamental de la historia de la vitivinicultura argentina y que fue reconocido por la UNESCO como ejemplo de Turismo Cultural Sostenible.

Historia e innovación son dos palabras que sintetizan a la perfección la esencia de Bodegas Graffigna, establecimiento centenario en la elaboración de vinos y pionero tanto de San Juan como a nivel nacional.

Historia, porque el camino de esta compañía se inició allá por el año 1870, cuando Don José Graffigna, un inmigrante italiano con corazón de aventurero, fundó la bodega en esas tierras donde todavía estaba todo por hacer.

Innovación, porque el desarrollo de este establecimiento estuvo íntimamente ligado a la superación continua.

Y son varios los ejemplos que certifican esto.

En lo que respecta a los viñedos, Graffigna fue pionero en la introducción de vides americanas, resistentes a la filoxera y en ensayos de injertos.

Paralelamente, hace casi 90 años avanzaron con la mayor colección ampelográfica del país, marcando un verdadero punto de inflexión en el conocimiento del terroir.

No es para menos: esta bodega fue responsable de cultivar 800 variedades de uvas importadas de Europa para conocer el poder de adaptación al terruño sanjuanino y cuáles mostraban el mayor potencial.

En el plano de la comercialización, la bodega fue la primera en vender vinos embotellados con marca en el país, para lo cual en la década de 1920 introdujeron novedosas máquinas de fraccionamiento.

Entre los avances en la producción figuran el haber introducido en la Argentina el uso del frío en la vinificación, como así también la aplicación de anhídrido sulfuroso líquido y dosable, importándolo de Alemania, el mismo conservante que se utiliza hoy en día para garantizar la calidad y estabilidad de un vino a lo largo de la cadena logística.


"Esta técnica permitió obtener nuevos tipos de vino", destacaron dese la bodega, para luego agregar otro hecho histórico más: en 1926 se inició la explotación de la radiodifusión, instalándose para ello la primera broadcasting del interior de la república.

En 1930 funcionó por primera vez en forma oficial y en 1942 se construyó una nueva Planta Transmisora y un nuevo mástil irradiante de 216m de altura, en ese entonces, el más alto de América del Sur.

"Así, en los albores de la radiofonía, Graffigna ofrecía al pueblo audiciones literarias y musicales desinteresadas, contribuyendo a la expansión del arte, la cultura y difusión de doctrinas intelectuales y religiosas. Asimismo, cumplió la función de defender la reputación del vino frente a las campañas de difamación del mismo", destacaron desde la bodega, dejando en claro la innegable comunión entre vino y cultura.

Una ventana al pasado

Conscientes de la importancia de este legado, años atrás la bodega puso en marcha la construcción del que hoy por hoy es uno de los museos más representativos de la vitivincultura nacional: el Museo Santiago Graffigna, un establecimiento de 1.200 m2 cubiertos que suma otros 1.000 m2 en áreas exteriores.

Este espacio, que recibe cada año la visita de más de 18.000 personas, fue declarado de Interés Cultural por la Secretaría de Turismo y Cultura de San Juan, de Interés Turístico Nacional por la Secretaria de Turismo de la Nación y, además, fue reconocido por la UNESCO como ejemplo de Turismo Cultural Sostenible.

¿Con qué se encuentra el visitante cuando ingresa a este museo? El recorrido, que dura entre 45 y 60 minutos -y que no tiene ningún costo- contempla la proyección de una película realizada con documentación de alto valor histórico y fílmico, en un auditorio con capacidad para 25 personas.


Los visitantes podrán conocer la zona de cavas, el patio de cubas, las zonas de oficina -donde funcionaba la primera radio a la que se hizo referencia anteriormente-, así como un pequeño viñedo experimental donde se podrán interiorizar sobre las características de las cepas y los procesos de poda y cosecha.

En diálogo con Vinos & Bodegas, Adriana Piastrellini, arquitecta responsable de este proyecto, explicó que "es un museo emotivo, dedicado a la figura de Don Santiago. Por eso, apenas uno ingresa, se encuentra con elementos que para él eran sumamente importantes: la familia y el trabajo".

"Fue una personalidad que tuvo un peso muy importante, no sólo entre los Graffigna, sino para la sociedad de San Juan", relató la experta, quien agregó que "nuestra idea, además de mostrar a través de sonidos e imágenes los diferentes procesos de producción, fue resaltar la importancia que tuvo esta figura, que dedicó su vida a la vitivinicultura".


Piastrellini destacó un hecho no menor: para la construcción del museo, contó con el "aporte fundamental de la familia Graffigna, que donó algunos elementos clave, como el archivo fotográfico, la trochita que exhibimos o uno de los camiones, entre otras muchas cosas. Son cosas que donaron para que todos conozcan el rol preponderante de Don Santiago en la vitivinicultura argentina".

Lo interesante de este recorrido es que, luego de palpar la historia, los visitantes pueden entregarse al relax en un cómodo winebar, donde -también sin costo-, podrán degustar dos etiquetas de la bodega Graffigna.

"Nuestra idea fue que, luego de observar y aprender, la gente pudiera degustar algunos vinos y conocer así más a fondo el concepto de la bodega y la importancia que tuvo a la hora de proyectar a San Juan en el mapa vitivinícola mundial", destacó Piastrellini.

Tras haberse conectado con una parte fundamental de la historia de esta industria clave de la economía de Cuyo, la arquitecta destacó que "de todas mis obras, es la que guardo con más afecto. Fue un proyecto muy exigente, pero muy gratificante a la vez y por la que recibí muchos reconocimientos a nivel nacional e internacional".

Datos para ser parte de esta historia

Quienes quieran visitar la bodega y realizar una visita guiada sin costo, podrán hacerlo de lunes a sábado de 11:15 a 16:15 horas. Para obtener información previa, desde la bodega recomiendan contactarse al teléfono 0264-421-4227 interno 134, o hacerlo vía mail a info@graffignawines.com. La bodega está ubicada en Colón 1342 Norte, Desamparados, provincia de San Juan.

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Fuente: iProfesional.