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VIGIL POR VIGIL: ASÍ PIENSA Y VIVE UNO DE LOS ENÓLOGOS MÁS PRESTIGIOSOS DE LA ARGENTINA

Vigil por Vigil: así piensa y vive uno de los enólogos más prestigiosos de la Argentina
Tiempo de lectura:
5 minutos

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07/03/2013
Alejandro Vigil accedió al pedido de Vinos & Bodegas y contestó sobre su profesión, pero también sobre su visión de la vida, sus miedos y desafíos.

Hoy por hoy, hablar de Alejandro Vigil es hacer referencia a uno de los enólogos más prestigiosos de la Argentina.

No es para menos: como chief winemaker de la bodega Catena Zapata, anualmente está al frente de la producción de millones de litros de vino que incluyen desde la etiqueta más exportada por la Argentina, Alamos, hasta verdaderas joyas vitivinícolas, como el Nicolás Catena.

Este enólogo, además, desarrolla otros proyectos: junto a Adrianna Catena (hija de Nicolás), hace poco presentó El Enemigo, un Malbec con el que buscó ponerle un poco de "pimienta" al mundo del vino.

Pero hay más: Vigil también conduce desde Mendoza el programa de radio In Vino Veritas junto a otros amigos como Marcelo Pelleriti, por el cual grandes figuras como Michel Rolland comparten espacio con temas de The Clash.

Por último, Vigil también lleva adelante su propio blog: Mi vida de Cosecha, donde plasma sensaciones y vivencias vinculadas con el arte de hacer vinos, donde mezcla vivencias personales y conceptos técnicos.

En este contexto, Vinos & Bodegas le propuso un desafío diferente: que se defina a sí mismo, no sólo como profesional de la vitivinicultura, sino también como ser humano. El resultado, a continuación.

Como persona me defino como...
Un hombre de Mendoza que intenta todos los días de su vida ser buena persona y producir placer en la mayor cantidad de gente con el trabajo que me toca hacer.

Ser creador de vinos es ser...
Es intentar reflejar una cultura que lleva ciento de años de historia poniendo el amor y la dedicación que se merece la transcripción de estas huellas encriptadas en la uva y en cada zona

Mis valores y principios al hacer un vino son...
Amor, pasión y trabajo. Además, respetar y tener la humildad de entender que uno es un pequeño eslabón de millones de pasos que tienen como consecuencia que un vino llegue a una góndola y sea bebido por alguien. Es básicamente entender el mundo del vino como un suceso de innumerables milagros que, en definitiva, deberían producir placer.

Antes de elaborar un vino me inspiro en...
Es difícil pensar en una sola cosa que me inspire pero creo que al final tiene que ver más con lo intuitivo. Pero si tuviera que ponerle un nombre a la musa, sin duda es la literatura, especialmente latinoamericana. También la música y la vida en sí.

La literatura en mi vida es...
Es una fuente de conocimiento que me permitió entender la importancia de la diversidad y comprender que existe una enorme cantidad de caminos para lograr el amor a la vida. En mi caso en particular, la vida pasa por la cultura del vino y lo que me hace levantarme todas las mañanas intentando hacer un mundo mejor.

El secreto de todo gran vino es...
La historia que tiene detrás de cada trazo en la boca, cada sensación en la nariz... Tiene que estar creado en base a la diversidad de cada terruño, de cada uva y dejar la marca del hombre que le imprime un carácter como parte de un proceso de creatividad y amor. Obviamente todo basado en argumentos científicos y tangibles.

Mi objetivo en este camino como enólogo es...
Intentar terminar produciendo vino con los mismos sentimientos de mi infancia, libre de todo prejucio y paradigma impuesto como base de sustento de una imagen. Creo que la infancia tiene el don de la inocencia, el respeto y la comprensión de cosas que con la edad vamos perdiendo... Espero poder volver ese disfrute permanente de trabajo y juego.

El mayor desafío que enfrento día a día es...
Es sin lugar a duda entender que nosotros (los enólogos) somos parte de una actividad que cambia después de una enorme cantidad de tiempo y que sólo estamos de paso. Somos un grano de arena que involucra miles de voluntades en torno al aprendizaje de la humanidad a través del vino. Nuestro trabajo perdurará en el anonimato como las miles de almas y héroes anónimos de este hermoso trabajo.

Uno de los sueños que me falta cumplir es...
Reincorporar la cultura del vino a las mesas familiares como parte esencial de la alimentación. Reencontrar esos caminos perdidos. En lo personal dedicarme a la escritura de cuentos, pasar más tiempo viendo crecer los árboles y mis retoños... Involucrarme más en la naturaleza y el silencio.

Algo que siempre trato de enseñarle a mi hijo es que...
Que no tengan miedo ante las cosas. Lo peor que puede pasar es recomenzar y eso da miles de oportunidades para vivir cosas nuevas y aprender.

El mayor legado que quiero dejarle a la vitivinicultura argentina es...
Mi pequeño aporte es dejar un minimo interés y respeto a diversidad, mis humildes aportes a la caracterización de zonas pero básicamente y resuminedo voy a dejar vino, que espero lo disfruten en los próximos 50 o 60 años; vinos que están echos con pasión, respeto, amor y, en muchos casos, coraje.


Fuente: iProfesional.


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