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SOFISTICACIÓN Y ELEGANCIA: DIAMANDES REFRESCA SU PORTFOLIO CON NUEVAS AÑADAS

Sofisticación y elegancia: DiamAndes refresca su portfolio con nuevas añadas
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7 minutos

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02/07/2012
En un encuentro exclusivo, la bodega presentó sus cosechas más recientes. Vinos & Bodegas estuvo ahí y te cuenta las novedades.

Si hay una bodega que tiene alma mendocina con espíritu francés es DiamAndes, el joven proyecto que inauguró sus instalaciones a fines de 2010 pero que cuenta con una basta trayectoria en el negocio del vino.

No es para menos: la bodega pertenece a la familia Bonnie, que actualmente es propietaria de los reconocidos Château Malartic-Lagraviere y Gazin Rocquencourt.

DiamAndes, que requirió una inversión de más de u$s25 millones, está emplazada en la zona de Vista Flores, Tunuyán, más precisamente en Clos de Los Siete, donde adquirieron allá por 2005 unas 115 hectáreas, donde hoy cuentan con viñedos de Malbec, Cabernet Sauvignon, Merlot, Petit Verdot y Chardonnay, entre otras cepas.

En este contexto, Vinos & Bodegas iProfesional.com participó de un encuentro exclusivo organizado por la bodega en el restaurante Chila, de Puerto Madero, durante el cual el experimentado enólogo Silvio Alberto, dialogó con la prensa especializada, sommeliers y empresarios del rubro gastronómico, sobre los próximos pasos de la compañía, al tiempo que presentó las novedades que recién están llegando al mercado.

"El objetivo es ser muy fuertes en el país y que el mercado local represente el 25% de las ventas de la bodega. La idea que tiene la familia Bonnie es que la bodega en la Argentina esté a la altura de sus dos Château en Francia", explicó el experto, quien abrió el almuerzo con un DiamAndes Chardonnay 2011, una etiqueta que se consigue en vinotecas a un precio sugerido de $95.


Se trata de un ejemplar con el sello del Viejo Mundo, donde se destaca su perfil frutado pero muy poco tropical, donde despuntan notas de manzana y pera. En boca se luce con un paso untuoso y envolvente y con una acidez equilibradísima. Allí se percibe, aunque leve, un touch tostado, sin estridencias.

Es un Chardonnay que premia con su elegancia y que sorprende por lo bien integrada que está la madera, que no enmascara nada, un punto a favor teniendo en cuenta que es un vino que fue fermentado en barricas de roble francés, donde permaneció unos 10 meses.

Definitivamente es una etiqueta pensada para la gastronomía, que marida bien y le puede hacer frente sin problemas tanto a pastas con salsas consistentes como a carnes blancas condimentadas.

Respecto a esta etiqueta, Alberto explicó que "permitimos que este vino tenga un toque de maloláctica para darle cremosidad y unos 6 meses en botella para que se redondee".

Según el experto, esta estiba es clave para garantizar el estándar de calidad al que apuntan: "Quebramos stock y estuvimos un tiempo sin Chardonnay, pero preferimos respetar el tiempo en botella. La filosofía es esperar el vino todo el tiempo que haya que esperarlo".

Por el manejo en bodega y en el viñedo, y considerando el añejamiento en barricas, el enólogo consideró que "este vino está listo para tomar ahora. Pero por la concentración que tiene, va a aguantar tranquilamente tres o cuatro años más en botella".

Luego, fue el turno del DiamAndes Viognier 2011, también con un precio sugerido de $95.


En nariz es un vino que se presenta sumamente expresivo, con destellos florales, acompañado por una rica fruta, de la mano de notas nítidas de durazno. En nariz aparece algo muy tenue, apenas una pincelada, de aromas a vainilla, aportados por su paso de diez meses por barrica de roble francés. Al paladar se presenta algo untuoso, corriendo con gracilidad, sin resignar cierto volumen. Su marcada acidez lo vuelve fresco, pero esto no va en detrimento de su elegancia. Antes de extinguirse, se percibe algo mantecoso, si bien la madera también está bien integrada, a esta altura un sello de la bodega.

Cabe destacar que, entre ambos vinos, la bodega elabora 15.000 botellas.

En este contexto, Alberto destacó que "apostar a un blanco de alta gama no es fácil. La Argentina durante mucho tiempo no tuvo reconocimiento en blancos. Sin embargo, con la tecnología y el trabajo en viñedos se llegó a un muy buen nivel, a punto tal que un buen blanco nacional hoy pelea con un buen francés".

Otra de las novedades que se pudieron degustar durante el encuentro fue el DiamAndes Malbec 2010, del cual se elaboraron unas 80.000 botellas, con el objetivo de que cerca del 20% del total se comercialice en el mercado interno.


Vinos & Bodegas se encontró con un Malbec sofisticado y con una dosis de complejidad. En nariz se presentan claras notas de fruta, dominadas por las cerezas, algo floral (violetas) y una delicada vainilla, rematado por un touch de café, heredado por su paso por barricas a lo largo de 11 meses. Al paladar muestra un buen contrapunto entre la sedosidad y algo de nervio. Los taninos firmes le aportan estructura. Este Malbec sabroso, con la sucrosidad típica de la variedad, premia con un final elegante y de persistencia entre media y larga. Está listo para tomar pero es un ejemplar que de aquí a los próximos 12 meses encontrará su punto justo de sedosidad.

Como detalle, cabe destacar que el 60% del vino pasó por barricas nuevas, mientras que el resto permaneció en barricas de segundo uso, que previamente habían sido utilizadas para los blancos. El ciclo se cerró con cerca de un año en botella. Este vino también tiene un precio sugerido de $95.

Luego, para el plato principal, se presentó el DiamAndes Gran Reserva 2008, un blend elaborado en base a un 75% Malbec y el resto Cabernet Sauvignon con un "toquecito" de Petit Verdot. Sale al mercado con un precio sugerido de $165.


Este gran caballito de batalla de la bodega de capitales franceses se presenta como un blend elegantísimo y con un perfil moderno. En nariz premia con frutos rojos y negros maduros, casi mermelada, acompañados por un toque especiado, como pimienta negra, que le aporta complejidad. Además, se percibe un rico ahumado, aportado por su paso de unos 24 meses por barricas de roble francés, 70% de primer uso.

En boca presenta taninos dulces, redondísimos. Es un vino con mucho cuerpo y de paladar pleno, apuntalado por el aporte del Cab. Esto no impide que sea un blend sedoso por definición. Remata con un final de larga persistencia en el que se va potenciando su perfil frutado.

Es un vino concentrado, con todos los elementos en orden como para suceder con éxito a la cosecha anterior, la 2007. Tiene un potencial de guarda que puede tranquilamente llegar a los 12 años.

A la hora del maridaje, es un excelente ladero para acompañar platos elaborados en base a carnes rojas y beberlo lentamente y así descifrarlo y disfrutarlo.

Para el final, fue el turno del L`Argentin de Malartic Rosé 2011, un vino que actualmente se comercializa a un precio sugerido de $42.


Se trata de un rosado elaborado con un 90% de Malbec y un 10% de Cabernet Sauvignon. En nariz es elegante y sutil, con una rica fruta al frente, que sugiere más que lo que muestra. En boca tiene un paso grácil, con una buena acidez que lo vuelve fresco. Ese toque de Cabernet alcanza para darle más estructura y volverlo algo envolvente.

Lindo ejemplar y sumamente versátil, dado que, al no ser de los rosados de perfil dulzón, se adapta muy bien a la hora de acompañar postres para refrescar la boca y evitar el empalagamiento.


Fuente: Juan Diego Wasilevsky - iProfesional.


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