En el mercado argentino se vive una Malbecmanía. Si está cansado de los mismos tintos, pruebe con estos que le recomendamos.

El Cabernet Sauvignon viene en ascenso. Y estas son grandes etiquetas para tener en cuenta.

Vivimos una Malbecmanía. Tanto, que hoy todo lo que no sea Malbec es políticamente incorrecto en nuestro mercado. Incluso existe una suerte de Boca-River entre la cepa insignia de Argentina y la cepa bordolesa por excelencia, el Cabernet Sauvignon. Si usted está entre los que no se prueban otra camiseta, olvídese de las recomendaciones que siguen. Pero si está buscando vinos que lo sorprendan y le digan cosas nuevas, dele una chance a estos Cabs. Son pura gloria líquida.

Plan B Cabernet Sauvignon 2009 ($39).
Este varietal tiene un carácter que para algunos es indecoroso: un costado vegetal -piracínico, dirá el connoiseur- que a la nariz se siente como una nota clara y evidente de morrón verde o aguaribay (para los que venimos de la tierra adentro). Si es exagerado, es un bodrio. Pero en Plan B es un rico detalle, completado con un costado frutal y jugoso que lo ponen como serio candidato para quienes buscan despertar al Cabernet que llevan dentro.

Kaiken Cabernet Sauvignon 2009 ($45). VER FICHA AQUÍ.
Los muchachos de bodega Kaiken, en Luján de Cuyo, no se andan con chiquitas: saben que elaboran algunas de las mejores uvas de la región para este varietal, y consiguen, sin mucho esfuerzo de precio, hacer un tinto que, como decía un experto, enamorará en el acto. Todo en él es sabor frutal, con el plus de los buenos Cabs de acidez moderada pero persistente, que dejan en la quijada el sabor de la uva recién cortada del racimo.

Zorzal Cabernet Sauvignon 2010 ($50). VER FICHA AQUÍ.
Hacía rato que no probábamos un vino así. Proviene del Valle de Uco, en Mendoza, y, a nuestra manera de ver, abre una nueva vertiente para los vinos de esa región fría, luminosa y alta: la ecuación es intensidad aromática y gustativa, con taninos moderados, dentro del año de vida. Piense que fue cosechado en abril de 2010. Este zorzal canta con elegancia y pleno sabor frutal, algo que no abunda en la góndola nacional. Pruébelo y nos cuenta.

Durigutti Cabernet Sauvignon 2009 ($59).
Flamante. Tanto, que fue lanzado el 31 de mayo pasado en la Feria de Vinos de Autor realizada en la ciudad de Buenos Aires. Si no conoce los vinos de Héctor Durigutti, esta puede ser la mejor puerta de ingreso, después del Malbec y el Bonarda, sus hits, por supuesto. Va en la línea de sus predecesores, con fruta fragante, elegancia de taninos y paso envolvente, apenas voluminoso. Una apuesta interesante para una bodega que lo tenía negado. Vale el intento.

Saurus Patagonia Select Cabernet Sauvignon 2007 ($60). VER FICHA AQUÍ.
En Patagonia hay un tema con esta variedad: no todos los años madura bien, principalmente porque su ciclo largo acerca peligrosamente las puntas de la brotación y vendimia al período de heladas. No obstante, cuando todo sale bien, emerge un tinto potente, frutado y con notas especiadas, de buen cuerpo, que en este caso está apoyado en una buena madera. De los patagónicos, un ejemplar de ley.

Marchori & Barraud Cabernet Sauvignon 2009 ($75).
La gente de Viña Cobos tiene una forma formidable de hacer Cabernets. Es como si no les exigieran nada a las uvas y simplemente la embotellaran directo del viñedo. Como la buena magia, en este vino los trucos están pero son invisibles. Y por eso consigue cautivar a quienes busquen amabilidad y sabores frutales definidos, con algunos toques especiados.

La Mascota Cabernet Sauvignon 2008 ($80). VER FICHA AQUÍ.
A sus 120 años, Bodega Santa Ana es famosa en el mundo por sus vinos La Mascota -el nombre se los da el viñedo, en Maipú, Mendoza- fundamentalmente porque son, como dicen los norteamericanos, over delivery wines: etiquetas que entregan mucho más de lo que cuestan. Desde el abril de 2011 este multipremiado Cabernet se consigue en nuestro país a cuenta gotas. Hay que buscarlo para probar. Premia.

Calathus Roble Cabernet Sauvignon 2007 ($85).
Una gratísima sorpresa de las catas a ciegas de la guía Austral Spectator. Nunca habíamos probado los vinos de esta casa de Tupungato, Mendoza, que en casi todos sus vinos tiene un estilo propio y a contrapelo del sentido dominante del mercado. Este Cabernet es elegante, frutado y fino, con taninos muy suaves y ricos. Si usted es de los que buscan marcas raras, se compra directamente en fincadoncarlos.com

Fuente: Joaquín Hidalgo - La Mañana de Neuquén.