El universo vitivinícola se expande no sólo hacia nuevas regiones sino también hacia la diversidad varietal. Por suerte, no se trata de una moda pasajera sino de una tendencia real.

Argentina nunca fue reconocida por sus vinos blancos y antes del año 2000 eran muy pocos los que podían ostentar cierta calidad. Pero en el año 1995 la bodega Catena Zapata lideró en Mendoza el desarrollo de los blancos de gran nivel contratando al winemaker estadounidense Paul Hobbs, justamente para mejorar los chardonnay de la bodega, y a partir de ahí los blancos, en general, comenzaron a transitar un camino en ascenso que en los últimos años se amplió a un mayor número de etiquetas. Aquí, siete blancos argentinos que hay que probar.


Matías Michelini es un jóven enólogo con proyecto propio que refleja en sus vinos las particularidades del terruño y sus microrregiones en Gualtallary como este Sauvignon Blanc, un blanco distinto cultivado a 1.500 metros de altura del que se elaboraron sólo 1.800 botellas. De perfumes y sabores cítricos y minerales, buen cuerpo y mucha acidez, sin crianza en roble, se destaca por su personalidad y persistente final.


Gran blanco argentino elaborado con 85% de Chardonnay, 10% de Viognier y 5% de Sauvignon Blanc de los valles calchaquíes. Es un vino de altura creado en homenaje a los 115 años de la bodega, de carácter frutado con notas tostadas de la barrica, volumen y largo final. Tuvo 6 meses de crianza en barricas de roble francés y es muy untuoso al paladar, complejo, equilibrado y de muy buena estructura.


Sauvignon Blanc elaborado con uvas provenientes de viñedos del Valle de Uco, a más de 1.200 msnm, por el gran enólogo Juan Carlos Rodríguez Villa y el asesoramiento de Paul Hobbs. Muy expresivo, de carácter cítrico y mineral acompañado de las notas típicas del varietal como hierbas y un toque vegetal. Muy refrescante al paladar, largo, de buen volumen, excelente acidez y gran complejidad.


Old Vineyard es la nueva línea de vinos de alta gama y edición limitada, elaborada con uvas de los viñedos más antiguos de la bodega Humberto Canale (algunos datan de 1937) como este Riesling del que se elaboran solo 5.000 botellas y hasta el momento solo existía el de Luigi Bosca. Sin ningún paso por madera, tiene aromas frutados y minerales, es untuoso y fresco, y se destaca por su intensa acidez.


Este vino blanco es casi un molde exacto de lo que debe ser un Sauvignon Blanc de alta calidad. Elaborado con uvas de Tupungato, a 1.300 msnm, es elegante y muy varietal, y se destaca por sus atributos y aromas típicos a hierbas frescas, frutas cítricas y notas mentoladas, sumados a la fluidez de su paso por el paladar, firme acidez, gran persistencia y un aporte del terruño mineral.


Finca La Celia es una de las bodegas Top del Valle de Uco y la calidad de sus vinos tiene el sello del winemaker Paul Hobbs, quien asesora desde el año 2006, como este Pinot Grigio simple y delicado, de aromas frutados y florales. Muy amable al paladar, agrada al instante por su cuerpo suave y fácil de beber, seco pero de sensaciones dulces y exquisito sabor cítrico que perdura por largo rato.


El Torrontés cultivado en La Rioja es totalmente distinto a los otros del mercado porque es más sutil y menos exuberante como este ejemplar moderno y muy bien elaborado por el enólogo Pablo Durigutti con uvas del Valle de Famatina. Aromático y muy varietal, con delicados aromas cítricos y florales, y una gran frescura en el paladar, es muy rico y equilibrado e ideal para beber como aperitivo.

Precios vigentes a febrero de 2012

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Fuente: Verónica Gurisatti - Conexión Brando.