El Paladar de Patritti. Noticias de vinos y bebidas. espaciovino - Vinoteca online
35% OFF en vinos seleccionados
TU PEDIDO
¿Ayuda? Llamanos al 5352-8466 (VINO)

EL PALADAR DE PATRITTI

El Paladar de Patritti
Tiempo de lectura:
4 minutos

Compartir

10/03/2014
Las bodegas, para mostrar sus productos, organizan por lo general catas o se presentan en ferias descorchando sus vinos clásicos y novedades, pero a veces hacen cosas mucho más interesantes. Tal es el caso de la Bodega Patritti, que prefirió que probaran sus vinos en su mejor expresión, y la forma fue disfrutándolo en maridajes con buenos platos.

Ahora bien, ¿cuál es la mejor parte del matrimonio? Creo que la respuesta es el romance, y créanme que la bodega acertó en la elección del lugar para lucir sus vinos. Este fue Paladar, un restó a puertas cerradas atendido por una pareja ideal para preparar platos, ya que Pablo Abramovsky, chef y repostero se encarga de la cocina, mientras que la sommelier Ivana Piñar elige los vinos para acompañarlos.

El ambiente de Paladar es ideal para que el vino sea seducido por el plato y que la pareja enfrentada en la mesa disfrute del romance, ya que hace casi 4 años, cuando nació Paladar, lo hizo desde el amor, no sólo de la pareja propietaria, sino también de la gente que la rodeaba regalándole mobiliarios ideales para el lugar.

El restó diseña el menú pensado en cinco momentos; pero antes de los pasos llega la panera con una manteca untable y con un pan exquisito, sobre todo el chipá, con una textura perfecta. Los cinco momentos son: aperitivo, entrada, plato principal, pre-postre y postre. En este caso, el aperitivo fue un Gravlax de salmón rosado, queso mascarpone, pickles de remolachas y rabanitos muy sabroso y seguimos con un Cocktail de Cinar, naranja con un toque de soda. La entrada consistió en langostinos fritos en hilos de papa, arroz basmati y ají amarillo, chutney de tomates con lima ó queso brie frito, coulis de tomates ahumados y albahaca, acompañados por la frescura del Chardonnay 2013 con aromas a manzanas y una untuosidad melosa por su corto paso en barricas de roble.

Para el principal, las opciones eran pesca del día sobre toast de brioche y paltas, salsa vierge, cous cous con mango ó roast beef braseado, papas bouchon y salsa criolla (este último fue el elegido por mi condición carnívora), mientras que el vino pensado fue el Primogénito Merlot 2011. Ivana me confesó que fue más pensado para el pescado, que esa noche fue un salmón blanco, pero al probarlo con el roast beef me asombró lo bien que se llevaron, sobre todo por la consistencia sedosa del corte con la aterciopelada del vino, con 12 meses en barricas de roble francés de primer y segundo uso y 8 meses de estiba, que se muestra con aromas a frutas negras maduras, terroso y especiado. Ivana lo sirvió fresco, lo que me pareció acertado, y no soy nada imparcial con este Merlot, ya que es uno de los que más me gustan.

De pre postre probamos un sorbete de sandía y Malamado extra dry que se deshacía solo en la boca, rompiendo con el mito de que si comés sandía con vino te morís. Esperando el postre, y saliendo de las reglas, la sommelier propuso el Extra Brut de la bodega. Durante mucho tiempo se trató de revertir la costumbre de servirlo exclusivamente para los dulces postres con el brindis , pero la sopa de cerezas, helado de aceto balsámico y frutos secos que preparó Pablo pedía a gritos un Extra Brut, y este postre bailaba perfecto con el Primogénito Extra Brut, hecho bajo el método tradicional que, además del aroma a compota de manzanas, me trajo un recuerdo que tengo muy presente: me regalaba un perfume muy similar al que siento todas las noches en mi casa, el de la panadería que está al lado, un aroma que adora mi amiga Noe cuando nos juntamos a tomar vino.

El valor de la experiencia es de $300, con el vino incluido. Charlando con Ivana sobre cómo elegía las armonías de vinos y comidas, me contó que es una tarea divertida pero que por momentos la hace enojar mucho cuando no está conforme en un 100% con el maridaje, ya que cuando esto pasa, las cajas de vinos compradas tendrán que esperar otro plato para lucirse y, para un emprendimiento de este tamaño, es un costo grande.

OPINÁ SOBRE ESTA NOTICIA


Selecciones especiales