La bodega de San Rafael presentó en sociedad su último lanzamiento: un vino blanco dulce que llega a un precio sugerido de 89 pesos.

La línea Lorenza Goyenechea nació en el mes de mayo, cuando Bodega Goyenechea, tradicional establecimiento de San Rafael, alumbró un Bonarda high class que se posicionó como uno de los lanzamientos del año.

Este tinto de partida limitada muestra un concepto sólido, consistente, con un equilibrio palpable entre lo que ofrece la nariz y, posteriormente, propone el paladar. Y está pensado principalmente para aquellos consumidores que gustan de las Bonardas más golosas y no tan flacas y etéreas.

Ahora, la bodega se embarcó en el plan de ampliar la familia y, para ello, acaba de incorporar un tardío elaborado a partir de uvas Sauvignon Blanc.

En este caso, se trata de una partida limitada de 4.000 botellas de 500 cm3, que llega al mercado a un precio sugerido de $89.

En diálogo con Vinos & Bodegas, Sebastián Goyenechea, director de la bodega y quinta generación al frente de la compañía, destacó que "desde un principio, nuestra idea fue hacer de Lorenza una línea de vinos alta gama innovadora. Primero pensamos en el Bonarda como punta de lanza para ser acompañado luego por este cosecha tardía de Sauvignon Blanc y, más adelante, posiblemente el año próximo, incorporar lo que hoy aún está en proceso de ensayo, que es un Merlot".

Respecto del Sauvignon Blanc tardío, explicó que "los primeros ensayos se comenzaron a practicar con la cosecha del año 2008 y, en esas primeras instancias, se involucraron otras variedades de uva blanca, como el Chardonnay y el Chenin. Sin embargo, fue en el 2013 que finalmente nos decidimos a encarar la elaboración de este vino y de esta cepa en particular para comercializarlo".

Goyenechea hizo hincapié en las cualidades del viñedo, un espaldero de buen vigor, situado en Villa Atuel y que está en producción desde hace 13 cosechas.

Vinos & Bodegas degustó Lorenza Goyenechea Tardío Sauvignon Blanc 2013 y se encontró con un ejemplar elegante en nariz, con capas de aromas que suman notas florales, de naranjas confitadas, duraznos y miel. En boca es intenso, con una estructura y oleosidad y un buen despliegue de frutas blancas. Su dulzor se siente pero no es empalagoso, virtud que claramente se debe al ADN del Sauvignon Blanc, que posee una buena acidez natural. Deja un largo recuerdo y cierra con un muy buen equilibrio general.


Este tardío (sin dudas, uno de los mejores entre los últimos lanzados en el mercado), se puede disfrutar con opciones dulces. Pero, en nuestro caso, consideramos que la experiencia se puede potenciar aun más al optar por acompañarlo con un poco de queso azul.

En cuanto a su elaboración, la cosecha se realizó en mayo de 2013. Las uvas fueron prensadas directamente sin pasar por la despalilladora. Luego, se procedió al agregado de levaduras seleccionadas y fue fermentado a bajas temperaturas, haciendo una fermentación prolongada, la cual se detuvo naturalmente cuando al alcohol llegó a los 16° aproximadamente. Una parte del vino se mantuvo en tanques, mientras que otra permaneció en barricas de roble.

Como dato de color, cabe destacar que, aprovechando la rica historia, los jóvenes directivos de la bodega pensaron en el nombre Lorenza para homenajear a la bisabuela de la familia.

"Fue ella quien en su momento supo llevar la empresa en momentos difíciles e impulsar el desarrollo y la producción de vino con criterio integrador", concluyó Sebastián.

---

Fuente: J.D.W. - iProfesional.