Estamos inmersos en clima de elecciones, pero la política, además de nuestras vidas, ha invadido el fútbol, que ahora es televisado para quien quiera verlo. Hay que reconocerlo, el Fútbol para Todos tiene sus atributos positivos como muchos vinos que son concebidos para disfrutar masivamente.

Vinos para todos... ¿todos nosotros? o ¿todos los días?..., se sabe que en vinos todo es subjetivo y que más allá de nuestros gustos y preferencias, el costo de la botella es el que manda para la mayoría. Sin embargo, hay que tener claro que económico es sinónimo de precio bajo, pero no de mala calidad. Y si bien esto no quiere decir que ya se erradicó completamente el vino malo en el segmento básico, la gran mayoría de las etiquetas argentinas en este segmento son cada vez mejores. Y es gracias ello que el concepto de vinos para todos gana fuerza e importancia día tras día. Primero, porque siguen siendo los que sostienen toda la estantería, los que generan la caja para pagar los gastos, y segundo, porque son los más consumidos. Por ende, si la industria quiere crecer, cada experiencia debe ser placentera; porque eso es lo que venden las bodegas... placer para compartir con los vasos y las copas llenas.

Un vino para todos lleva tanto o más trabajo que los vinos para muy pocos; incluso más inversión. Claro que los detalles no se pueden atender en forma personalizada, pero es gracias a estos vinos que millones de argentinos pueden brindar a diario. Cabe recordar que al menos el 90% del vino consumido en el país es de menos de $20 y si subimos el límite hasta $30, superaremos la barrera del 95%. Esto quiere decir que acá están los votos, para ponerlo en términos políticos.

Pero un vino para todos, una vez que se presenta con un precio accesible, debe ofrecer mucho más para ser adoptado por mucha gente. En principio, carácter varietal.

Y con esto no les estoy exigiendo tipicidad, sino que debe cumplir mínimamente con el mandato del cepaje y, por consiguiente, diferenciarse de sus pares de línea. Porque serán esas diferencias las que ayuden a adoptar tal o cual varietal.

Luego debe ser expresivo. No puede ser anodino porque son pocas las oportunidades de estar en la copa del consumidor y hay que aprovecharlas. Dicha expresión debe estar en sintonía con el carácter de la uva y con el estilo de la línea, ya sea moderno o clásico. Por último, y lo más importante, debe ser de trago fácil. Ojo que fácil no es despectivo, sino que es una buena forma de describir equilibrio o armonía sin pretensiones de complejidad. Para ello la frescura es fundamental, como así también que los taninos no se hagan sentir tanto en su paso por boca. Esto que es muy fácil describir con palabras es muy difícil de llevar a cabo en las bodegas. Por eso, yo celebro aquellos que hacen posible que infinidad de argentinos puedan llenar sus vasos y copas a diario. Ejemplos consagrados sobran: Termidor, Uvita, Valderrobles, López, Trapiche, Valmont, etcétera. Sin embargo, aquí quiero recomendarles varios vinos que rondan los $30 porque considero que es el segmento más abarcativo de vinos para todos.

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NOTAS DE CATA

Vinos debajo de los $30

Valbona Pinot Gris 2010
Don Miro Malbec 2009
Valbona Torrontés Sanjuanino 2010
Hinojosa Roble Tempranillo 2008
El Justicialista 2010
Tracia Cabernet Sauvignon 2009
Emilia Malbec-Bonarda 2010
Santa Florentina Malbec 2010
Equilátero Cabernet-Merlot 2010

Vinos debajo de los $40

Santa Julia Reserva Cabernet Sauvignon 2010
Malma Finca La Papay Pinot Noir 2010
Terrazas Altos del Plata Syrah 2009
Graffigna Centenario Reserve Pinot Grigio 2010
Yauquén Chardonnay 2010
Cafayate Reserve Cabernet Sauvignon 2009
Alta Vista Classic Malbec 2009
Marianne Malbec 2010
Finca El Origen Cabernet Sauvignon 2010

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Fuente: Fabricio Portelli - El Conocedor.