La semana que viene es el día del padre. Si aún no se te ocurrió qué regalarle, buscá entre estos diez tipos de padre y encontrá la mejor botella de vino para cada uno. Es un servicio Bien Jugoso al lector improvisado.

Regalar un vino es regalar mucho más que una botella. Porque la marca, la circunstancias y también la persona que lo recibe, maridan de alguna extraña forma. Y así como todo el mundo sabe que las caras de los perros se parecen a las de sus dueños, el vino que le regales a tu padre tiene que tener algo suyo, sea una buena alegoría, un guiño o una chistosa parodia.

Para eso elegí algunos modelos de padres a los que les regalaría una botella muy especial. Cada una por motivos diferentes, claro. Todos son vinos excelentes a la hora de las copas. En todo caso fijate cuál es el tipo en el que calza tu padre y el domingo 16 regalale alguna de estas botella.

Padre cuida. Las hijas lo aman y sufren por igual: las halaga que las cuide, pero odian que les marque los horarios de salida y entrada a la casa y que interrogue a sus amigos y novios como si fuera un agente de la SIDE. Con mucho cariño, en su día y de la mano con tu novio, le llevás una botella de un rico blend -no va a ser fácil de encontrar, pero buscalo en vinotecas- y, pura sonrisas y caiditas de ojos, le entregás su obsequio: Bo-Bó Gran Corte 2009 ($250). Se dará cuenta enseguida y tendrás un tiempo de tregua.

Padre exigente. Hay un tipo de padre así, que se sufre sobre todo. Es el típico hombre que con tono sereno y sin perder el hilo de la conversación, te felicita porque te recibiste en tiempo y forma, pero te hace saber que el promedio no era que se esperaba de vos (mejor dicho, el que él esperaba). El mismo que de chico te aplaudía el haber hecho dos goles, pero te recordaba que si no hubieras fallado el penal serían tres. En fin, el padre que siempre te exigió una vuelta de rosca. Para él, hay un vino especial. Un Malbec rico y jugoso, que se lo podés obsequiar con una amplia sonrisa: Punto Final Malbec 2010 ($72).

Padre Pendeviejo. Si tu viejo te copia las zapatillas, usa la misma campera y se charla a tus amigas cuando van a casa, llegó la hora de decirle que no sos su amigo y que además debe madurar y crecer como el adulto que es. Nada mejor que hacerlo en su día con un cariñoso obsequio. Una botella de Ciclos Malbec 2010 ($93), un expresivo y gustoso vino de Cafayate, cuya marca alude, precisamente, a los cambios que hacen a la maduración perfecta.

Padre Loco. De todos los padres posibles es el más difícil de tratar. Porque un día te dice que sí a una cosa y al día siguiente que no. Cualquiera que hay sido hijo de alguien así sabe que es casi imposible de sobrellevar. Con los años uno acepta que el tipo así de loco, nomás, y aprende a quererlo. Reconciliate el 16 de junio con Paz Cabernet Sauvignon-Cabernet Franc 2009 ($90), un gran tinto potente y delicioso originario de San Juan.

Padre amigo. Fue una tortura durante la adolescencia, porque te avergonzaba de alguna manera que tu padre quisiera participar de los encuentros con tus amigos. Pero ahora que superaste los 20, te parece de lo más piola. Y tu viejo disfruta de hacerse amigos de tus amigos y de compartir ese espacio en asados y sobremesas de quincho. Para él, nada mejor que una botella de Encuentro Cabernet Sauvignon 2009 ($150), fragante, con una boca potente y jugosa.

Padre bohemio. Si hay algo que tiene nuestro tiempo es que se puede ser hijo de un padre bohemio. Fue el hombre que en los setenta quiso tocar la guitarra todo el día y que la gente se enamore de su voz. Y aunque hizo falta esperar mucho para que se compusiera el verso, él no tuvo reparos en ejercerlo desde el comienzo. En su día, llevale una etiqueta etiqueta alegórica: Sol Fa Sol Malbec 2009 ($70), un rico ejemplar, de boca potente y aire musical.

Padre modelo. Primero fue superman, después un papá ejemplar y al final un modelo en el que basaste tu vida. ¿Abogado? Te hiciste abogado. ¿Le gusta el tenis? Jugás al tenis. Y ya de joven te convidaba ricos vinos de los que ligaba en el estudio. Es hora de que vos le lleves uno nuevo, de un enólogo hijo de enólogo. Se llama The Apple Doesn't fall apart from the tree Malbec 2011 ($150). Si no entiende el homenaje, se lo explicás: el nombre del vino es algo así como "de tal palo tal astilla" en inglés.

Padre chinchudo. Nunca está claro cómo un padre llega a ser un tipo chinchudo, de los que le pica la ira por cualquier cosa. Si subís el volumen, si llegás tarde, si justo ese día no tenés ganas de café, el tipo te tira la bronca enseguida y porque sí. Para este tipo de padre, hay un excelente blend, de buen cuerpo y complejidad: Dieter Meier Malo 2010 ($220), que acaba de salir a la venta. Y ríanse del chiste bebiendo, que el vino afloja la chinchudez.

Padre baboso. Te das cuenta porque tu padre te tiene en el pedestal y a todo el mundo le cuenta tus pequeños logros como si se tratara de medallas olímpicas. Vos sabés mejor que nadie que estás lejos de esa fantasía. Sin embargo, podés celebrar el orgullo del viejo con Quimera 2010 ($260), el tinto potente y fragante de Achával Ferrer.

Padre que se las sabe todas. Este tipo abunda. Porque es esencial a un padre decirle al hijo lo que tiene que hacer. Sucede que cuando los chicos crecen, el efecto se aplaca. Pero si el tipo no cesa de darte indicaciones, de decirte "yo a tu edad ya tenía auto y casa", regálele una buena botella de espumante rosado, fresco y fragante, para brindar por tu independencia, no sin un sesgo irónico: Rosa de los Vientos ($112).

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Fuente: Joaquín Hidalgo - Planeta Joy.