Si estás cansado de probar las mismas marcas siempre, apuntale a estas nuevas etiquetas. Valen la pena.

En el mercado argentino de vinos pasan cosas curiosas. Y entre ellas, un de las más interesantes es la aparición de marcas motorizadas por enólogos o productores pequeños. No es un fenómeno nuevo, pero sí un fenómeno sordo y constante que renueva la góndola con sabores y estilos que sorprenden al consumidor. Prestarles atención, es mirar hacia el futuro porque renuevan el paladar local.

En esta reseña paso revista a algunas de las más interesantes incorporaciones que dejó, por un lado, la feria de vinos de autor, y por otro, un fructífero recorrido por algunas vinotecas.

Impaciente Malbec 2013 ($60). El productor de uvas Eugenio Battilana, proveedor de grandes bodegas mendocinas, embotellas la flor y nata de sus uvas con esta marca curiosa y a la vez atractivamente gráfica. Su Malbec, producido en Agua Amarga, Tunuyán, es un tinto frutado, de buena expresión, con una acidez ligeramente elevada y un tranco ágil, que lo ponen como número fijo a la hora de comer un buen bife jugoso. Un single vineyard comprable.

Aniello 006 Merlot 2012 ($90). En el mundo del vino pasa que hay viñedos que están perdidos u olvidados. Y pasa también, que alguien decide reflotarlos y que, al cabo de unos pocos años de buen manejo, las uvas se revelan especiales. Aniello 006 es el caso. Cultivado a orillas del Río Negro, este Merlot fue rescatado por la familia Aniello y embotelladas al cabo de un año, para dar origen a un vino frutado y levemente especiado, con una boca lineal, de rica frescura y algo delgada y austera. Para comer pastas, un gran tinto ligero.

Collovati Torrontés 2013 ($96). El mundo del Torrontés está siempre por descubrirse. Y entre los nuevos estilos que llegan a la góndola, el volumen y el cuerpo son algunos de los trazos más buscados a la hora de convencer al gran consumidor. Javier Collovati, con base en el valle de Famatina en La Rioja, elabora un ejemplar tan fragante como el mejor, al que le suma una boca envolvente, fresca y de buen volumen que lo convierten en un caso logrado de modernidad. Buscalo en Espacio Vino, por ejemplo.

Trazado Malbec 2012 ($100). Elaborado con uvas de Perdriel y Tupungato (80-20%), este tinto es un modelo de corrección estilística: ofrece todo lo que uno le puede pedir a un Malbec, con aromática abierta y frutal, con recuerdo de ciruela y cierta complejidad dentro del clasicismo. Con todo, la novedad está en la boca, donde resulta algo austero, con largo sabor y fresca acidez, que despliegan un final abierto y largo. Si te gusta el Malbec de Ricardo Santos, este también estará entre tus favoritos.

Begani Special Blend 2012 ($120). Lamadrid trabajaba vinos varietales en todas sus gamas de precio. Y ahora, para completar su propuesta, lanzan Begani, una línea en la que hay tres curiosos cortes. Special Blend, el primero de ellos, es un corte de base Malbec, en el que hay Cabernet Sauvignon y Franc, además de Petit Verdot. Es moderno en su corazón frutal y clásico, a su vez, en la búsqueda de elegancia, con final nítido y abierto en donde el trazo balsámico es bien evidente.

El Sensacional Equilibrista 2010 ($130): el enólogo Juan Ubaldini lanzó el año pasado una línea de tintos que, más allá de sus ricos vinos, propone una muy interesante lógica de marca. Son El Joven Equilibrista, El Sensacional Equilibrista y El Gran Equilibrista, para contar tres niveles de precio que van desde vinos jóvenes a crianzas. Este ejemplar, elaborado con Malbec (y 10% de Merlot) de Vistaflores, es el que más me gustó. Ofrece una aromática frutal y de buena complejidad, con una boca carnosa y de rica frescura, típicas para la variedad.

Imposible Malbec 2011 ($140). Si te gusta M. C. Escher, el gran ilustrador holandés, esta etiqueta será tu favorita. Con una excelente interpretación de sus ilusiones ópticas, el cubo imposible es el que le da nombre a este Malbec. Elaborado por Alfredo Merlo, joven enólogo mendocino, con uvas de Vistaflores, resulta expresivo, con fruta roja y negra, y una pincelada de madera en segundo plano. Al paladar es carnoso y con volumen, largo y con taninos jugosos, que dejan un final diáfano y refrescante. Se consigue en algunas vinotecas.

Punta Corral 2012 ($150). Es el segundo año que pruebo estos vinos de Jujuy y, como todos los tintos que provienen de terruños extremos, hay que reconocer que la intensidad y la expresión forman el ABC. Corte de Cabernet Sauvignon y Malbec oriundos de la Quebrada de Humahuaca, la aromática es pimentosa, potente y floral, y recuerda también al dulce de membrillo. En boca resulta goloso, de perfil alto y levemente tánico, con unos taninos bien jugosos. Con personalidad, no es para todos los paladares. Pero si te gusta RD este también te gustará.

Mundo Revés Malbec 2012 ($208). Otro concepto bien logrado. Del revés, porque se trata de un enólogo francés que, radicado en argentina, debe hacer los vinos exactamente a la inversa que en Francia. Así, Quentin Pommier, elabora un Malbec con uvas de La Consulta, Valle de Uco, que resulta frutado intenso, con una aromática bien atractiva y una madera apenas evidente; al paladar tiene la dulzura propia del varietal, con buen volumen y taninos muy finos. Si te gustan los vinos que llenan la boca de fruta, agendalo.

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Fuente: Joaquín Hidalgo - Planeta Joy.