Vinos & Bodegas presenta el ranking de las marcas de “burbujas” con sello nacional más comercializados en el mundo.

En los últimos años, de la mano de los cambios de hábito en materia de consumo y de una oferta cada vez más diversificada, el mercado de espumantes se ha consolidado en la Argentina.

Antes reservados para las fiestas de fin de año o celebraciones especiales, los espumantes ahora se consumen durante todo el año en el país, gracias a un intenso proceso de desestacionalización.

Según un reciente informe de la consultora Abeceb, en 1993, la mitad de todas las ventas de espumantes se habían realizado entre octubre y diciembre.

Ya en 2003, la proporción había caído hasta el 42%. Y en los últimos años se notó un reparto más equitativo de las ventas, ya que entre octubre y diciembre se viene comercializando, en promedio, apenas el 35% del total.

Este cambio en los hábitos se dio de la mano de consumidores más exigentes y también al creciente número de bodegas que apostaron por este rubro que, hasta no hace muchos años era un negocio de nicho.

Según datos del Observatorio Vitivinícola Argentino, el número de establecimientos que comenzaron a elaborar espumantes se disparó en los últimos años: mientras que en 2006 se contabilizaban 62 bodegas, el último dato disponible consigna que existen 127 establecimientos habilitados, lo que implicó un salto del 105%.

Claro que este auge en el mercado interno también se plasmó en una mayor dinámica exportadora.

Así, con más jugadores que pasaron a elaborar productos de mayor calidad, el número de bodegas que comenzaron a colocar sus espumantes en destinos internacionales también creció de manera exponencial: mientras que en 2003 había menos de 40 empresas enviando sus productos al exterior, el último dato del Observatorio Vitivinícola Argentina da cuenta de que ya hay 100 bodegas con presencia fuera del país.

Los 50 espumantes más exitosos

Al trazar un análisis sobre los destinos en el exterior que más demandan “burbujas” con sello argentino, se destaca el impulso que cobró el mercado chileno. En efecto, según datos de Aduana en base a los primeros siete meses, se observa que el país trasandino se ubicó en primer lugar, con un share del 20% y compras por un total de u$s1,6 millones, lo que le permitió escalar dos puestos respecto del mismo período del año anterior.

Como contrapartida, Estados Unidos, que redujo sus importaciones de espumantes argentinos, perdió el primer puesto y cayó al segundo lugar.

De acuerdo a datos oficiales, en lo que va del 2015, Japón se posicionó como el tercer mercado en importancia, en tanto que los siguientes tres lugares quedaron en manos de los socios del Mercosur: Paraguay, Uruguay y Brasil.


En este contexto, la bodega líder en exportaciones de espumantes argentinos es Chandon.

La compañía, perteneciente al grupo Moëtt Hennessy, no sólo se ubica en el primer lugar sino que le saca una amplia diferencia a la segunda marca más exitosa.

Con un share de casi 30%, la empresa de capitales franceses es responsable de generar ventas al mundo por un valor 170% superior al de la segunda marca más comercializada fuera del país, según se desprende de un informe de la consultora MRT, elaborado en base a datos de Aduana correspondientes a los primeros siete meses del año.

De acuerdo con datos de Moët Hennessy Argentina, en la actualidad el 15% de la producción de Chandon se destina a los mercados de exportación, siendo el Extra Brut la variedad más comercializada fuera del país.

La compañía, que realiza exportaciones desde la década del ´60, actualmente abastece a distintos mercados de América latina (con excepción de Brasil, donde el grupo tiene una planta propia), al tiempo que también tiene presencia en plazas como Inglaterra y Rusia.

Según el ranking, el tercer puesto, en tanto, correspondió para los espumantes exportados por la bodega Norton, si bien sus envíos entre enero y julio sufrieron una caída del 10% respecto al mismo lapso de 2014.

Al analizar el top 10 de las marcas más exitosas se observa que una de las que más escaló fue Nocturno, una etiqueta de exportación elaborada por la bodega mendocina Dante Robino. De realizar envíos al exterior por montos muy pequeños, en lo que va del 2015 sus exportaciones se dispararon casi 200%, lo que le permitió ubicarse en el puesto número seis.

La bodega también viene pisando el acelerador con su etiqueta Novecento, cuyas ventas al mundo prácticamente se duplicaron en entre enero y julio, lo que la posicionó en el séptimo lugar.

Otro dato a destacar es la buena performance que logró Cruzat, la marca de espumantes Premium de Luján de Cuyó comandada enológicamente por el respetadísimo enólogo Pedro Rosell.

Sus espumantes, que el año pasado no figuraban en el ranking de las 15 marcas más exportadas, en lo que va del 2015 están logrando posicionarse en el puesto número ocho, con un incremento de casi 40%.

Como contrapartida, entre las marcas que mostraron la performance más floja en cuanto a exportaciones, figuran Mumm, que sufrió un desplome del 76% en términos de divisas, lo que la llevó del tercer al quinto puesto.

Según se desprende del informe de MRT, en base a datos de Aduana, los espumantes de Navarro Correas también sufrieron una marca caída: los envíos al mundo bajaron 45% en los primeros siete meses del año y la marca pasó a ubicarse al límite del top 10.


La imagen de los espumantes argentinos en el mundo

En un contexto en el que este producto está ganando cada vez más presencia en los portfolios de las bodegas locales, se observa una progresiva consolidación de la imagen de los espumantes con sello nacional

En diálogo con Vinos & Bodegas, Hervé Birnie Scott, director de Viñedos, Enología y Operaciones de Chandon en Argentina, aseguró que “los espumantes argentinos hoy tienen una muy buena imagen, a raíz de su alta calidad y tradición en la elaboración”.

Entre las fortalezas de esta categoría a la hora de insertarse en los mercados internacionales, Birnie Scott destacó “su delicadeza aromática, buen equilibrio en boca, lo que amigables que resultan para el consumidor y su consistencia, año tras año”.

Además, consideró que “los espumantes producidos con los mejores Chardonnay y PinotNoir logran también un perfil aromático de evolución muy noble y compleja”. En el caso particular de Chandon, el experto sumó “el respaldo de la casa madre Moët & Chandon, sus orígenes franceses y el expertise en la elaboración y en el método Champenoise, es decir el ´savoir faire´ de casi tres siglos en Francia, y que es aplicado en Argentina”.

Más allá de sus fortalezas, el directivo destacó que todavía queda mucho trabajo por delante para potenciar las exportaciones de espumantes argentinos: “El segmento premium y super premium todavía ha sido poco difundido a nivel mundial en relación a otros orígenes más antiguos o masivos, como por ejemplo, los champagnes franceses, los cavas del Penedés, los proseccos de Friuli o los sekt alemanes, entre otros”.

Pese a que en el concierto mundial la Argentina todavía tiene un bajo nivel de participación, Birnie Scott consideró que “la calidad en materia de espumantes que estamos logrando en el país nos permite jugar en primera división”.


“Tenemos todos los medios para producir espumantes de excepción en los terroirs de altura argentinos, con estilos jóvenes o más evolucionados. Para tomar como ejemplo, el Chandon elaborado en Argentina, con su referente que es el Extra Brut, es uno de los mejores si comparamos los productos elaborados por Chandon en otras regiones en el mundo, desde Napa Valley hasta la Yarra Valley en Australia, pasando por el sur de Brasil, China o India”, afirmó con entusiasmo el directivo.

El director de la compañía en el país, destacó el buen momento que está viviendo la categoría a nivel mundial, con una demanda que está en plena expansión, lo que permite trazar una buena perspectiva de cara al mediano y largo plazo.

“Con sus estilos más clásicos que se mantienen, la categoría hoy crece con propuestas diferentes, innovadoras y vibrantes que logran conquistar paladares tanto por gusto como por nuevos rituales de consumo”, explicó.

“Estas tendencias mundiales en el consumo de espumantes, muy traccionadas por nuevos consumidores, como los millenials, que exigen otro tipo de consumo, son alentadoras para toda la categoría sparklings a nivel mundial”, concluyó.

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Fuente: Juan Diego Wasilevsky – iProfesional.