A los consumidores nos encanta tener el dato de una botella ignota que nos de lustre en una reunión. En los ocho recomendados de esta nota puede estar tu próxima gran sorpresa.

Por suerte para los bebedores de vinos la góndola es alta y ancha. Y en ella caben todo tipo de novedades que van desde los lanzamientos esperados y voncingleros a las botellas menos mentadas y desconocidas. A estas últimas me dedico en esta nota. Una selacción de rarezas ignotas que vale la pena probar, en la medida en que seas un consumidor curioso con ganas de más, o bien, uno con ganas de sorprender en una comida con alguna etiqueta sin pedigree. Cualquiera sea tu caso, agendá estas que te listo a continuación.

Tierra Callada Cabernet Sauvignon 2011 ($65). Elaborado por la bodega Fuegosur en el Valle de Uco, este será el favorito de quien busque una marca poco ignota con excelente vino a precio razonable. De una aromática atractiva y frutal, típica de los Cabs de zonas frías, destaca por su boca refrescante y con taninos moderados, que dan una ligera sensación seca, como si se tuviera una tiza en la boca. Curioso y muy eficaz en su propuesta.

Maula & Misery Mouse Malbec 2012 ($65). Si te gusta la ilustración, amarás la etiqueta de este vino. En pocas viñetas, cuenta la historia del gato maula y el mísero ratón del tango Mano a mano. Producido por Bodega Margot con uvas de Tupungato en un estilo muy joven, ofrece una aromática de fruta fresca intensa y una boca de acidez marcada que, si bien no es para cualquiera, tendrá sus fans entre los estén un poco aburridos de los tintos gordos y golosos que pueblan la góndola local.

Gouguenheim Valle Escondido Reserva Merlot 2010 ($75). Esta bodega está en Valle de Uco y elabora uvas propias de un viñedo en Tupungato. De sus tres líneas de vinos me gustó especialmente este Merlot: porque no hay muchos ponderables en el mercado y porque estilísticamente hablando ofrece fruta roja y aromas levemente especiados, con un roble apenas perceptible. Otra raro material que llegó a la góndola recientemente y que será favorito de los buscadores de perlitas.

Lágrima Dramatis Personae Blend 2011 ($75). En San Rafael, al sur de Mendoza, la familia española Marchal desarrolló de un tirón tres mil hectáreas de olivos y 120 de viñedos. En producción desde 2010, de esas uvas salen los vinos Lágrima, cuyo blend Dramatis Personae combina Malbec, Caberbet y Bonarda, y propone una aromática diáfana y frutal, con un paladar de andar suelto y jugoso, perfecto para la buena mesa. Le gustará especialmente a quien no le exija estructura a un buen tinto.

Altos de la Ciénaga 2012 ($80). Tinto casero, según la definición de INV, y elaborado en Tucumán, es un vino que en cata a ciegas resulta una perla negra digna de ser probada. Corte mayoritario de Shiraz, Malbec y Cabernet Sauvignon, propone una aromática profunda y misteriosa, en donde la madera es un dato que se suma frutas confitadas y una evidente nota de alcanfor. De ataque jugoso al paladar, tiene el paso de vigor y taninos nuevos pero gustables. Ahumado, es el tipo de vino que amará el consumidor que elogie la potencia.

Pródigo Tepranillo Selección 2012 ($84). Hacía rato que no aparecía un Tempranillo que cautivara. Así es que celebro este nuevo lanzamiento de la bodega El Hijo Pródigo. Ubicados en La Consulta, Valle de Uco, donde hay bastante Tempranillo, el vino es violeta intenso a la vista, aromático y frutado, con un paso suelto y refrescante. Con todo, lo mejor está en la etiqueta: una suerte proscripción visual de los datos que no le importan a nadie para dejar sólo los que cuentan de verdad.

006 Chardonnay 2013 ($85). Si te gustan los blancos de aromas delicados y frescura justa, tenés que probar este Chardonnay. Elaborado por la flamante Bodega Aniello en Río Negro, con un viejo viñedo a orillas del río, consigue ser un blanco atípico en el panorama local por el nivel de elegancia y ligereza que ofrece para su gama de precio. Acordate: será un blanco del que hablará el mundillo del vino en breve.

Pasacana 2010 ($224): elaborado por bodega Dupont, en Jujuy, es un corte clásico de Cabernet Sauvignon y Malbec. De carácter atípico, es un vino negro y profundo a la vista, complejo en sus trazos mentolados, con frutas rojas como ciruelas y cassis, pimienta y crianza en roble. Pleno al paladar, es jugoso y con taninos firmes; con sabor a mermelada y hongos, todo en este tinto es intensidad como es menester a un tinto norteño. Se hicieron sólo 3200 botellas, así es que hay que buscar para conseguirlo.

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Fuente: Joaquín Hidalgo - Planeta Joy.