NQN acaba de inaugurar la suya, mientras que el resto de las casas tiene los planos y las obras en carpeta. Una tendencia que se afianza en el vino.

La idea de una bodega hostería es muy Europea. Aunque no por ser foránea está ausente de predicamento en Argentina. De hecho, entre las casas vinícolas locales las posadas y hosterías son toda una tendencia que crece de la mano del floreciente enoturismo.

En Mendoza y en Salta existe un buen número de bodegas que tienen alojamientos lujosos (y no tanto), en los que el visitante puede pasar algunas jornadas de relax, rodeado de viñedos, acompañado de las mejores comidas y excelentes vinos. Ejemplos perfectos son Estancia Colomé en el NOA y Posada Salentein en el Valle de Uco.

Y ahora le toca el turno a la Patagonia. Bodega NQN VER BODEGA AQUÍ. acaba de inaugurar la primera posada para viajeros. Como ella, Familia Schroeder tiene en carpeta la construcción de unas cabañas en la parte alta de la barda, mientras que Fin del Mundo planea levantar las suyas en el frente.

La Posada NQN se encuentra ubicada en medio de los viñedos, rodeado de viñas de Sauvignon blanc por el fondo y sus laterales, a mil metros de la bodega, lo que garantiza un completo relax. La casa de huéspedes es amplia y luminosa, con una ambientación moderna y elegante. Posee una sala de degustación para 22 personas con vista a una galería y jardín, tiene cocina completa, parrilla y toilette.

Cuenta con 2 dormitorios con camas dobles y baños privados completos y una sala con un sofá cama y hogar a leña, ideal para degustar un buen vino acompañado de una tabla de ahumados. Los servicios de desayuno, almuerzos y cenas están cubiertos directamente por personal del Resto Malma.

Más lugares de descanso

En los planes de Familia Schroeder VER BODEGA AQUÍ. está construir en el mediano plazo una hostería. La razón es la misma que impulsa a NQN: en la zona la hotelería de alto nivel hoy es un puesto vacante.

La futura posada de Schroeder está conformada por un puñado de cabañas que, desde lo alto de la barda, permiten una amplia vista sobre el valle del Río Neuquén, el embalse derivador y las plantaciones del Chañar. En la misma bodega, incluso, hoy se puede ver una maqueta que muestra cómo será la nueva posada.

Y ahora, los viajeros que crucen la Patagonia del océano a la montaña, tendrán en el punto medio un buen lugar en el que descansar y beber buenos vinos.

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Fuente: La Mañana de Neuquén.