El proyecto nació con la idea de alumbrar una única etiqueta. Sin embargo, ahora apuestan por diversificar el portfolio e incrementar la producción.

Hace unos años se presentaba en Buenos Aires la primera añada del que iba a ser el único vino de Bodegas Deumayen, un proyecto novedoso alumbrado por tres empresarios.

El vino fue bautizado "Trez", un nombre que fue concebido por las iniciales de sus socios. Se trata de un 100% Malbec que hasta 2009 se elaboraba a partir de un antiguo viñedo ubicado en Agrelo, Luján de Cuyo.

Sin embargo, de la mano de buenas críticas y altos puntajes, la bodega comenzó a diversificar su portfolio: en este último tiempo, incorporaron una etiqueta en un segmento más bajo de precios, Petit Trez Malbec, al tiempo que también sumaron un Torrontés de Cafayate, sin perder el foco en los tintos.

Cabe destacar que la bodega inició su camino elaborando 22.000 botellas de su primer vino. Ya en 2010, con el lanzamiento de Petit Trez, la producción pasó a estar entre las 40.000 y las 50.000 botellas por añada.

Al establecer la hoja de ruta de cara al futuro, Matías Prezioso, director de Bodegas Deumayén, anticipó que la meta es quintuplicar la producción, hasta alcanzar un punto de equilibrio.

"La idea es llegar a las 250.000 botellas. Creemos que ese es el volumen máximo para seguir produciendo la misma calidad de vino que tenemos actualmente y amortizando los costos actuales que toda bodega pequeña debe afrontar y que son radicalmente más altos que el de las empresas medianas y grandes", destacó el directivo.

Objetivo: alumbrar vinos elegantes y con estilo

El asesor enólogico de Deumayen es el encumbrado Roberto de la Mota, un profesional al que los responsables de la bodega acudieron por la impronta singular que le imprime a sus vinos.

Al respecto, Prezioso resaltó su perfil clásico en cuanto a la elaboración, con crianzas en barricas francesas de primera calidad.

"Con Deumayen buscamos elaborar vinos de alta calidad en partidas limitadas y el foco está puesto en el Malbec. Si bien se elabora al estilo tradicional que encontramos en nuestros días, tomamos el esfuerzo de darle una estiba en botella un poco más prolongada de lo que acostumbra el mercado. Esto posibilita que el vino gane en elegancia, sin perder frescura gracias a la acidez natural que posee", completó el directivo.


Vinos & Bodegas degustó Deumayén Trez Reserva Malbec 2008, un ejemplar que gusta en nariz por sus notas de frutas rojas y negras, bien maduras, tipo mermeladas, con un aporte de especias, como nuez moscada, y hierbas aromáticas. Al paladar hay un buen dueto entre la alta concentración y la jugosidad, que le confiere un andar que no resulta denso. La acidez, en tanto, hace su parte, dándole vivacidad y estirando el final. Conforme avanza, se potencian sus aromas de fruta madura, junto a notas de crianza que suman complejidad.

Está claro que, en momentos en que la rentabilidad decae y la suba de costos apura a los gerentes de finanzas, no es muy común que las bodegas comercialicen un Malbec con tanto tiempo de estiba en botella, lo cual posiciona a Deumayen como una interesante opción. Más considerando que esta etiqueta se consigue en vinotecas a un precio sugerido de $199, lo que lo posiciona en un segmento muy competitivo y le confiere, sin dudas, chapa de best value.

Prezioso reconoció no ser un gran amante de la guarda en vinos argentinos en general y en el Malbec en particular. Sin embargo, destacó que Trez Reserva Malbec "me hizo ver que puede aguantar muy bien, tal vez resignando un poco el boom de intensidad aromática que tiene esta variedad cuando se trata de un vino más joven, pero ganando en elegancia y estilo".

"Esta estiba en botella más prolongada del promedio del mercado hace que estos vinos ganen en redondez, elegancia y suavidad de taninos. Por eso, la mayoría de los consumidores suelen sorprenderse al ver las cosechas y probar los vinos, especialmente porque no tienen precios extremadamente altos", completó.

Un punto a destacar en el perfil de la bodega es que, en 2010, los directivos tomaron la decisión de apuntar hacia Valle de Uco por el perfil de vinos que esta zona está brindando, de modo que a partir de esa añada, Trez Reserva Malbec contará con uvas únicamente de Vistaflores (Tunuyán).

En el caso de Petit Trez Malbec (también elaborado a partir de viñedos de esa región), Vinos & Bodegas halló un tinto de alta expresividad en nariz, con una intensa fruta negra madura, toques de aromas torrados y especias de repostería. En boca, en tanto, se luce por su buena estructura y atrapa por su fruta crujiente, que recorre todo el paladar. El tanino es firme y viene evolucionando de manera impecable. Cierra con un levísimo recuerdo a vainilla, por su breve paso por barricas.


En un contexto inflacionario como el actual, en el que en general se pierde la referencia de los valores, resulta atractivo el precio sugerido de la cosecha 2011, de tan sólo $88. Realmente entrega más que lo que cuesta.

El portfolio se completa con un Torrontés añada 2013, el cual entrega en nariz un perfil equilibrado, con notas de cáscaras de naranja y una leve tropicalidad. Al paladar suma excelentes atributos: se percibe el azahar, abundan los destellos tropicales, en tanto que sus 14 grados de alcohol le dan presencia en boca, a la vez que suma una cierta oleosidad.


Se trata de un blanco que, sin perder tipicidad, tiene una textura que está por encima de lo que, en general, entrega el Torrontés estándar de Cafayate. Tiene un precio sugerido de $70.

"El blanco es algo que creímos necesario para ampliar el portfolio. Elegimos el Torrontés ya que De la Mota trabaja con algunos proyectos de Cafayate y seleccionamos un Torrontés de gran calidad para acompañar los Malbec", explicó Prezioso, quien igualmente remarcó que "el foco de la bodega son y serán los vinos tintos".

En esta línea, adelantó que están analizando la incorporación de un nuevo varietal, probablemente Cabernet Sauvignon, "debido a nuestros principales destinos de exportación y a la experiencia en el tema de Roberto".

Otro punto interesante del portfolio de Deumayen es que uno de los propietarios de la compañía, Esteban Zombory, es de origen húngaro y posee una bodega familiar en la región e Tokaji. A partir de este vínculo, Deumayen también tiene en su abanico de opciones vinos de Hungría.

En la actualidad, importan un vino blanco seco de la variedad Furmint ($140 sugerido en vinotecas y un Tokaji Aszú 6 Puttonyos ($650).

"Estamos analizando ampliar la cantidad de etiquetas porque hay muy buena repercusión de sommeliers, vinotequeros y dueños de restaurantes", concluyó Prezioso.

Sin dudas, opciones atractivas en momentos en que acceder a vinos importados y a precios razonables en la Argentina es cuanto menos una odisea.

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Fuente: J.D.W. - iProfesional.