Lejos del famoso Tetrapack, este novedoso formato posibilita consumir la bebida en copas sin perder sus cualidades. Dos de los últimos lanzamientos argentinos en la materia, para buscar en la góndola.

Estás en tu casa con tu pareja y sienten un deseo espontáneo de maridar la cena con una copa de vino. Les da pena abrir esa perlita que tienen reservada, claro. Solo beberían la mitad de su contenido y tendrían que tirar el resto. Uno de los conflictos más angustiantes de la vida de un buen bebedor podría encontrar respuesta en el concepto “bag in boxes”.

A kilómetros de distancia del famoso vino en cartón, esta propuesta se basa en un tecnológico sistema de bolsas cerradas al vacío, que se contraen a medida que la bebida se consume, sin dejar entrar el aire y –por ende- evitando la oxidación. La caja de cartón no hace más que contener esta bolsa tecnológica, que permite la conservación del vino por más de 30 días (mientras una botella abierta no dura más que dos).

Con un grifo dosificador incrustado, puede que no sea la presentación más elegante –a pesar del diseño cuidado de las cajas -, pero sin duda es uno de los métodos caseros de dosificación más efectivos para bebidas de gama media y alta. Y aunque este formato ya exista en otras partes del mundo (ya habíamos escuchado hablar de Stack Wine, por ejemplo), resulta una novedad en este hemisferio. En el último mes, dos bodegas argentinas han hecho sus correspondientes lanzamientos, ambas de la mano de la consultora especializada en vinos Umami.

505 VINEYARDS MALBEC 2014

La bodega mendocina Casarena ha lanzado su etiqueta 505 Vineyards Malbec 2014 en un bag in box de tres litros. El diseño de la caja es atractivo y el tinto, con un leve paso por barricas de tres meses, es frutado, con taninos suaves y redondos. El precio también conviene: a $222 en vinotecas, equivale a cuatro botellas de 750 cc pero cuesta lo mismo que tres.


LAS PERDICES MALBEC COSECHA 2013

La bodega Viña Las Perdices lanzó, bajo el formato By the Glass, un vino elaborado con uvas provenientes de viñedos de Agrelo, Luján de Cuyo, con un año de crianza en madera nueva de roble, 50% francés y 50% americano. Se trata de un ejemplar de taninos suaves y maduros, color intenso y aroma a frutas rojas, frambuesa y notas de vainilla y café, aportadas por el roble. Este también equivale a cuatro botellas, pero cuesta por tres: el precio sugerido en vinotecas es de $321

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Fuente: Planeta Joy.