Los vinos de guarda son como piezas de colección: llevan años en la botella, tienen aromas y sabores únicos y una complejidad que otros no pueden brindar. Aquí, cinco marcas que sorprenden.

Algunos vinos se beben jóvenes, recién elaborados y en la plenitud de su frescor, pero otros reciben una larga crianza, enriqueciéndose y redondeándose con el aporte del roble y del tiempo. Son los llamados vinos de guarda y representan la máxima expresión de cada bodega y de cada terroir. Los enólogos les dedican las mejores uvas, las barricas más cuidadas y la mayor cantidad de tiempo para su elaboración y crianza, y como llevan años al resguardo de la luz, las temperaturas impropias y los ruidos, cada año podemos saborear su evolución. No son vinos simples que uno prueba y olvida y por algo están al nivel de los mejores del mundo. Además, la lentitud del proceso, la estiba y la penumbra los convierten en piezas de colección ideales para guardar. Aquí, cinco nuevas etiquetas para probar.

Celedonio Cabernet Sauvignon 2012 - Bodega Margot, Valle de Uco, Mendoza - $240

Es un tinto importante de perfil bajo y altos puntajes, elaborado con Cabernet Sauvignon de Tupungato (Valle de Uco) a 1.100 metros de altura y una crianza de doce meses en barricas francesas por Paul Hobbs como enólogo asesor. Tiene aromas frutados y especiados muy bien combinados con los ahumados delicados del roble, un cuerpo elegante y sedoso con taninos amables y un final de boca muy persistente. Además, es muy refrescante y por eso aún más agradable. Cuesta imaginar cuánto puede mejorar este vino con la estiba porque ya casi lo tiene todo, igual le queda mucha vida por delante y en los próximos seis o siete años desarrollará una mayor complejidad.

Lagarde Guarda Malbec DOC 2012 - Bodega Lagarde, Luján de Cuyo, Mendoza - $250

A este Malbec de alta gama ya desde la copa se lo ve joven e intenso por la concentración de su color y por sus aromas compactos con muy buena fruta, tonos de violetas y definida tipicidad. Es una partida limitada y renovada, elaborado con uvas de antiguos viñedos de Mayor Drummond (Luján de Cuyo) a 850 metros sobre el nivel del mar y doce meses de crianza en barricas de roble francés. Muy suave al paladar, con cuerpo armónico, taninos jóvenes pero elegantes y los tostados de la madera que se sienten al final igual que su frescura sostenida. Está en un gran momento para tomarlo pero también tiene un increíble potencial (de seis a ocho años más).

Gran Mascota Malbec 2011 - Bodega Mascota Vineyards, Valle de Uco, Mendoza - $258

Todos los vinos de esta pequeña bodega son de altísima gama, ya que así fueron concebidos por su autor el enólogo Rodolfo Opi Sadler como este Gran Malbec de exportación que fue recientemente lanzado al mercado interno. Elaborado con uvas de viñedos seleccionados del Valle de Uco y una larga crianza de dieciocho meses en barricas de roble nuevo francés, tiene aromas frutados con delicada nota herbal, muy amable al paladar con taninos dulces y un final persistente y mineral. Se nota su estilo moderno e innovador y logra expresar toda su potencia frutal con mucha elegancia, algo que sólo los grandes vinos pueden lograr. Seguirá mejorando en la botella.

Amalaya Corte Único 2013 - Bodega Amalaya, Cafayate, Salta - $265

Antes que nada, el Amalaya Corte Único, es un vino elegante y fresco que aunque tiene un enorme potencial ya se deja disfrutar. De espíritu salteño, es el ícono de la bodega y fue elaborado por el gran enólogo Francisco "Paco" Puga con uvas Malbec (90%), Cabernet Sauvignon (5%) y Tannat (5%) de viñedos propios a 1.800 metros de altura en el Alto Valle de Cafayate y una crianza de doce meses en roble francés. Tiene aromas delicados y complejos, es redondo, equilibrado, de buen cuerpo, textura firme y la fruta está muy bien amalgamada con la madera. Para beber hoy o para guardar unos años ya que evolucionará favorablemente con la estiba.

Casarena Lauren's Single Vineyard Cabernet Franc 2012 - Bodega Casarena, Agrelo, Mendoza - $325

Cabernet Franc de partidas limitadas que desborda tipicidad y habla por sí solo. Elaborado con uvas de viñedos propios de Agrelo (Luján de Cuyo) a 954 metros sobre el nivel del mar y una crianza de doce meses en barricas nuevas de roble francés, es un tinto moderno y actual que sorprende con su intensidad de aromas y sabores. Primero se sienten los taninos dulces y luego la estructura, pero lo más importante es la armonía que tiene entre la fruta y la madera. El carácter del cepaje, los taninos maduros y un paso por boca refrescante le auguran un gran potencial, aunque todavía necesita estiba para entregar toda la elegancia y complejidad que tiene guardadas.

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Fuente: Verónica Gurisatti - Conexión Brando.