Desde Vinos & Bodegas dimos con un seleccionado de lujo. Se trata de etiquetas conformadas por distintas cepas y a precios que parten de los $90.

Al calor de los días de verano, los blancos se pueden convertir en laderos ideales a la hora de disfrutar de un almuerzo o cena.

Por eso, desde Vinos & Bodegas degustamos distintas etiquetas hasta dar con un seleccionado de lujo, con etiquetas que van de los $90 a los $120.

En esta entrega buscamos que prime el eclecticismo, con cepas y estilos muy diferentes entre sí. De este modo, en este Top 5 se podrá encontrar desde un Torrontés hasta un Riesling, pasando por un complejo blend blanco.

A tomar nota...

Quara Single Vineyard Torrontés 2010 - Bodega Félix Lávaque
Precio sugerido: $99 VER FICHA AQUÍ.


Si el debate sobre el uso de la madera en los vinos tintos es constante, qué quedará entonces para los Torrontés. Sucede que existen dos facciones bien diferenciadas: quienes bancan la fórmula Torrontés-roble y quienes la consideran una suerte de herejía. En este caso abordamos el blanco de alta gama de la bodega de Cafayate y la realidad es que la madera, lejos de restar, suma. Pero lo hace con naturalidad, sin artificios ni sobreactuaciones. Se trata de un rico ejemplar, con abundantes notas florales y destellos de cáscaras de naranja. Se percibe un toque de vainilla y un levísimo touch tostado que le aporta complejidad. Y la fórmula, en dosis tan sutiles, la realidad es que no desentona. En boca es equilibrado y no tiene ese golpe de amargor al final que es tan buscado por algunos consumidores como rechazado por otros. Este Torrontés está más pensado para las personas a las que les gusta bucear y conocer distintas facetas de esta cepa. En cambio, dado su precio, no está hecho a la medida de aquellos que no sienten que esta variedad les vaya a mover el amperímetro emocional.

Pequeñas producciones 2010 - Bodega Escorihuela Gascón
Precio sugerido: $117 VER FICHA AQUÍ.


Desde Vinos & Bodegas no nos cansamos de decirlo: es uno de los mejores Chardo de la Argentina. Si a eso le sumamos que desde 2011 apenas subió de precio (tan solo $12), estamos ante un ejemplar que es una "inversión" segura. Añada tras añada, mantiene su estilo y no se aparta de su linaje: se destaca por su perfil tropical, con notas de banana y melón, y sus nítidas notas lácticas. En boca exhibe un buen volumen, con la acidez justa y un intenso despliegue tropical. Es un vino equilibrado de punta a punta. Si sos de disfrutar de los Chardo de este estilo, es muy probable que la experiencia se traduzca en amor a primera vista.

CXV Cientoquince 2011 - Bodegas La Rosa
Precio sugerido: $120


Blanco elaborado en base a Chardonnay, Viogner y Sauvignon Blanc. Pensado para los amantes de los blancos complejos, con una nariz dominada por frutas de pepita, claros aromas lácticos y que recuerdan a la vainilla -propios de su paso por barrica-, sumado a trazos de frutos secos que le imprimen elegancia. De fondo, se percibe un rico tostado que enmarca todos los aromas. En boca es súper untuoso, con la acidez justa y un largo final cargado de más fruta. La etiqueta ideal para aquellos amantes de los Chardo pero que andan en buscan de una vuelta de tuerca.

Paz Sauvignon Blanc 2011 - Bodega Finca Las Moras
Precio sugerido: $92


La bodega de San Juan venía sorprendiendo con la soberbia calidad de su Syrah y ahora decidió ampliar la familia con su primer blanco en esta línea. Se trata de un Sauvignon Blanc que mixea notas de maracuyá con toques clásicos de ruda y notas cítricas, logrando así un buen balance. En boca es equilibrado, elegante y lejos de los blancos de perfil acerado. El punto a destacar es que fue criado sobre lías, lo que redunda en un volumen mayor que el que nos tiene acostumbrados esta variedad. En definitiva, un Sauvignon Blanc para volar en primera clase.

Luigi Bosca Riesling 2011 - Bodega Familia Arizu
Precio sugerido: $86 VER FICHA AQUÍ.


Cuando se suele abordar un Riesling, en general se espera que éste vaya por el lado de los Torrontés, por la presencia de terpenos. Sin embargo, al clásico toque floral, este Riesling también suma notas propias de la variedad, como manzana y toques cítricos, dándole un lindo toque frutado. En boca se luce, de la mano de una alta acidez que lo vuelve fresco y hasta algo filoso. Suma una buena untuosidad, producto de sus seis meses en contacto sobre borras finas. Cierra con una elegante persistencia, alumbrando así un ejemplar que le rinde culto a una cepa que en la Argentina supo tener más adeptos en el pasado pero que, poco a poco, va resurgiendo.

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Fuente: Juan Diego Wasilevsky - iProfesional.