Es un destino pequeño para los vinos embotellados, pero cada vez más relevante para las bodegas locales. Conocé el ranking elaborado por la consultora MRT.

Al hablar de Rusia, es normal pensar en vodka y considerar que tiene un reinado cómodo y una hegemonía asegurada en el terreno de las bebidas alcohólicas.

Y si bien esta bebida es líder indiscutida entre los destilados, en la pelea general pierde por varios cuerpos: según Euromonitor Internacional, cada ruso consume unos 12 litros de espirituosas pero bebe cerca de 70 litros de cerveza, es decir, cerca de seis veces más.

En este contexto, el vino aparece en un tercer puesto pero con cifras nada despreciables, dado que anualmente cada ciudadano ruso consume cerca de 7 litros.

Otro punto a destacar es que Rusia produce vino, pero necesita complementarlo con importaciones. De hecho adquiere en el exterior cerca del 55% del volumen comercializado internamente, que supera los 1.000 millones de litros anuales.

En este contexto, el mercado ruso es un destino clave para las bodegas nacionales. Los principales envíos son de vino a granel y si bien son muy pequeños aun los negocios que se tejen alrededor de productos con mayor valor agregado, como el vino embotellado, la participación viene en franco crecimiento.

"Rusia, es un mercado que ha evolucionado en los últimos años. Con el nuevo perfil político de la nación, luego de la Perestroika y después de años de comunismo, apareció una clase alta y poderosa, con mucho poder de consumo, que se inclinó hacia productos de lujo, vedados durante muchos años. Las condiciones económicas y la apertura también trajeron una clase media y media alta con mayores posibilidades de consumo y esto generó cambios en sus hábitos", destacaron a Vinos & Bodegas iProfesional.com desde Wines of Argentina, el organismo de promoción del vino argentino en el mundo.

Frente a esto, recalcaron que "el vino sin dudas no estuvo ajeno y es por eso que se comenzó a desarrollar un mercado muy interesante. Esto implicó restaurantes de nivel, hotelería y espacios dedicados al vino, que son indispensables para su desarrollo. Las escuelas de sommellerie también ayudaron a profundizar los conocimientos y por ende hay más información".

"Sin dudas esto ha repercutido en el negocio de vinos, donde principalmente se vieron afectados muy positivamente los vinos europeos. Y, desde hace unos años, se puede observar cómo los vinos del Nuevo Mundo, y Argentina entre ellos, se han dispersado por este mercado. Definitivamente es un cambio muy positivo y sin dudas, Rusia dejó de ser el mercado asociado al granel y a vinos económicos", explicaron.

En este contexto, recalcaron "es un mercado aun en formación, donde las viejas estructuras se han ido transformando en estructuras comerciales más modernas. El mercado se agrandó en propuestas y por ende el vino está en un boom de crecimiento interesante. Es un mercado para atender y acompañar. Su economía lo amerita y su historia también".

Los 20 vinos más exitosos

En este contexto, la consultora Market Research & Techonology elaboró en exclusiva para Vinos & Bodegas un ranking con los 20 vinos argentinos más exitosos en el mercado ruso.

Según el relevamiento, la etiqueta más exitosa fue Toso, de la bodega Pascual Toso, ubicada en la zona de Maipú, Mendoza, y que elabora unos 7 millones de litros de variedades como Malbec, Cabernet Sauvignon, Bonarda y Pinot Noir, entre otras.


En el segundo puesto se ubicó Finca La Linda, marca perteneciente al portfolio de Bodega Luigi Bosca - Familia Arizu.

Cabe destacar que, según el relevamiento de Market Research & Technology la compañía también ocupa el puesto número 15 en el ranking con la línea que lleva el nombre de la bodega: Luigi Bosca.

La empresa está presente en Rusia desde el año 2001 y comercializan principalmente las variedades Malbec, Cabernet Sauvignon y Chardonnay.

"Para Luigi Bosca Rusia es un mercado muy importante y ya es el tercero en importancia en Europa. Además vendemos muy bien nuestros vinos más exclusivos y tenemos desde hace dos años un vino en la First Class de Aeroflot, la línea de bandera rusa", destacó Alberto Arizu (h), director general de la bodega.

Respecto al éxito logrado en particular de la mano de Finca La Linda, el directivo destacó que "son varietales intensos en sus colores, aromas y sabores, que armonizan el estilo moderno del nuevo mundo con elegancia y distinción. Es una línea de vinos jóvenes con una excelente relación precio/calidad".

A la hora de trazar una radiografía del perfil de los consumidores rusos, Arizu destacó que "luego de la Perestroika, pasaron a buscar productos de calidad y sofisticación. Buscan nuevas experiencias y los vinos argentinos se adaptan perfectamente a estas necesidades".

En relación al tipo de producto exportado, Arizu hizo hincapié en que "los vinos que comercializa nuestra bodega son los mismos que se comercializan en el mercado interno. Luigi Bosca fue la primera bodega que nunca diferenció sus vinos y esto nos ha demandado un enorme esfuerzo de interpretar tanto a los consumidores locales como los internacionales. Pero estamos muy orgullosos de haber sido coherentes con una propuesta que resulta absolutamente auténtica".

Más allá del Malbec

De cara al futuro, Arizu destacó que "el mercado ruso está claramente en expansión y nuestra bodega tiene una gran oportunidad de incrementar sus exportaciones hacia ese destino que busca calidad y sofisticación. Para Luigi Bosca está entre los 10 mercados más importantes que tenemos en el mundo y apostamos mucho a él.

A su turno, desde Wines of Argentina destacaron que hay muy buenas perspectivas en Rusia para el vino argentino. "Sigue habiendo granel, pero lo que se ha incrementado es la exportación de vinos embotellados y de precios medios y altos principalmente", se entusiasmaron desde la entidad.

En este contexto, resaltaron que "obviamente el Malbec ocupa una porción muy importante porque es nuestra especialidad, pero las variedades tradicionales como Cabernet Sauvignon, Merlot, Chardonnay, también son demandadas".

Consultados sobre la posibilidad de construir una imagen de marca país asociada al vino en ese destino tan particular, desde la entidad aseguraron que "sin dudas, el vino argentino es el mejor embajador que podemos tener y servirá no solo para construir una reputación en torno a esta industria sino también ayuda a construir una imagen muy positiva para la Argentina. Debemos seguir trabajando para consolidar lo que hemos conseguido hasta ahora".

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Fuente: Juan Diego Wasilevsky - iProfesional.