Sin dudas el Malbec es el vino más representativo que se elabora en nuestro país. Incluso, Malbec Argentino ya es una marca de peso en las principales capitales de consumo del mundo.

Este cepaje llegó como la gran mayoría de las vitis vinífera, pero a la que el destino le tenía preparado otro final. Y más allá de las muchas hectáreas erradicadas a mediados del siglo XX, hoy comienza a recuperarse, superando las 40.000 hectáreas de superficie plantada. El Malbec está presente en todas las zonas vitícolas del país, justamente porque Malbec ha llegado a ser sinónimo de Argentina en el universo del vino.

Pero este auge tiene dos caras como las monedas, siempre hablando de vinos con atributos y dejando de lado los vinos masivos y cotidianos que sólo se preocupan por ser efectivos en función a su precio.

Por un lado están los vinos modernos (no por estilos sino por novedosos), que son los que marcan tendencia, y si son exitosos la convierten en moda. Pero sólo la permanencia en el tiempo (y el consumidor por supuesto) le permite a un vino dejar de ser fashion para ganarse un lugar entre las preferencias y poder trascender generaciones, y convertirse en un clásico.

Un Malbec clásico no se mira en el espejo todo el tiempo, sino más bien sigue su camino tal como lo forjó. Esto significa que tiene un concepto claro sin necesidad de ser innovador, porque no busca sorprender. Desde el vamos cambia impacto por consistencia, y deja que la naturaleza (y su clima) determine sus variaciones.

Justamente por el respeto a sus principios y a sus “no” cambios, es que alcanza el éxito. Detrás de cada uno de estos “Malbec Out of Fashion” suele haber un bodeguero o un enólogo convencido en lo que hace. Alguien que no está en la búsqueda, al menos en dicho vino, y seguramente con principios tan firmes como sus convicciones vínicas, forjadas culturalmente a lo largo de su vida. Sabe muy bien que le da el viñedo y no está preocupado por su potencial, sino que ya encontró las mejores parcelas y como tratarlas a lo largo del año. También con la experiencia suficiente para saber en qué momento cosechar. En bodega, acepta la tecnología pero no se deja llevar por lo que hacen los demás. Como así tampoco por los degustadores de turno. Porque mientras muchos van moldeando sus vinos de acuerdo al paladar de importadores y periodistas internacionales, él busca convencer con hechos. Es decir que la performance comercial de la etiqueta no influye en la calidad ni en el estilo. Además, la relación calidad-precio de estos Malbec suelen ser destacables porque el mercado ya los avaló y los ubicó donde tienen que estar.

Por todo esto son Malbec especiales, ya sea por origen, elaboración, hacedor o prestigio, pero mucho más por consistencia. Y por suerte cada vez son más los Malbec a espalda a las modas.


5 Malbec Out of Fashion

Casa Boher Malbec 2014 - Cavas Rosell Boher, Valle de Uco

Este Malbec se ha vuelto más fluido y vivaz, menos carnoso que el 2013 pero con la misma gracia y mano de Alejandro “Pepe” Martínez, quien lleva más de cuarenta vendimias elaborando vinos. Tinto con agarre y menos fuerza frutal, pero con la misma tipicidad. De paladar ágil, con tonos herbales y vivaces que hablan del lugar. Trago profundo y muy drinkable (como diría Brascó), ideal para servir en la mesa y disfrutar toda una comida.

Puntos: 88

Kaiken Ultra Malbec 2014 - Bodega Kaiken, Valle de Uco, Mendoza

Nacido en 2002 cuando Aurelio Montes decidió empezar a elaborar vinos argentinos. Es un tinto con fluidez y taninos incipientes, poco profundo, con fruta roja dulce y joven. Menos madera y mas fruta que sus antecesores, con un equilibrio que mantiene su juventud. Hay algo herbal y refrescante en su carácter, con taninos que se van haciendo firmes sin dejar de ser finos. Al final, asoman leves dejos ahumados. Un Malbec que tiene fuerza en su expresión y evoluciona manteniendo un estilo muy definido.

Puntos: 90

Fabre Montmayou Reserva Malbec 2014 - Bodegas Fabre, Vistalba, Luján de Cuyo

Desde principios de los 90, este Malbec puro se luce con un estilo propio, el de Hervè Joyaux Fabre, su padre y creador. De aspecto profundo y aromas intensos, bien de Malbec maduro, rodeados por las notas de una crianza en roble tradicional. De paladar franco y voluptuoso, con taninos firmes y amables. Y si bien se ha ido reduciendo el porcentaje de madera (actualmente 60% durante 12 meses), es un Malbec típico de la primera zona y que refleja con orgullo la cuna del emblemático cepaje.

Puntos: 90

Lagarde DOC Malbec 2013 - Lagarde, Luján de Cuyo, Mendoza

Este Malbec se sigue elaborando con las mismas uvas desde 1999, provenientes de un viejo viñedo (plantado en 1906) de Mayor Drummond. También el enólogo es el mismo. Y si bien ha evolucionado, su esencia y estilo se mantiene. Porque su aspecto es intenso, con aromas bien elocuentes que hablan de frutas rojas maduras y confituras. De entrada amable y refrescante, con taninos incipientes que le aportan estructura. De buen potencial para ganar más equilibrio y complejidad.

90 Puntos

Luigi Bosca DOC Malbec 2012 - Bodega Luigi Bosca, Vistalba, Luján de Cuyo

Fundacional de la DOC Luján de Cuyo, se mantiene como uno de los íconos en su segmento más allá del avance de las modas. Elegante y classy, con buen potencial y ese perfil de fruta madura pero viva y fresca del Malbec de la primera zona. Con taninos muy bien logrados y una crianza totalmente integrada (14 meses en barricas nuevas de roble francés). De carácter cálido y amable, pero sutil y elegante. Trago profundo y buen potencial, aunque está pasando por un gran momento.

Puntos: 91,5

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Fuente: Fabricio Portelli.