Algunas bodegas desafían las estructuras para seguir creando y generan nuevos estilos que se diferencian de los tradicionales. Aquí, cinco variedades que anticipan lo que vendrá.

Acusados de excéntricos, algo que habitualmente le ocurre a quien es innovador, los vinos de vanguardia buscan su lugar en un mercado donde la diferencia cada vez pisa más fuerte. Elaborados con los varietales del momento y pensados para paladares modernos, no son vinos simples que uno prueba y olvida, sino que atraviesan el paladar y las pupilas. Gracias a los enólogos de la nueva generación, que buscan diferenciarse con producciones audaces -que incluyen vinificaciones con racimos enteros, cofermentaciones de tintas y blancas, o varios tipos de crianzas-, nuevos estilos comienzan a ver la luz.

En la vitivinicultura no existen recetas. El principal objetivo del productor es expresar, a través de sus vinos, la identidad del lugar: lo más importante no son las técnicas ni las cepas, sino el terroir. En Francia hablan de terroir para referirse a esa mágica conjunción de clima-suelo-uva que origina vinos únicos e irrepetibles. A diferencia de los valles franceses -donde esta relación está consagrada en su legislación-, en nuestro país, todavía, es una novedad. La enología contemporánea comienza en el viñedo y el trabajo en las bodegas varía según la interpretación de cada lugar. La búsqueda es por calidad. La premisa es que cada suelo encuentre su vino y cada vino su consumidor.

Almanegra Orange 2016 - Bodega Ernesto Catena Vineyards, Valle de Uco, Mendoza, $495

La personalidad de este vino no solo está dada por su color naranja, sino también por su estilo único y distintivo. Creado por Ernesto Catena y recién lanzado al mercado, fue elaborado con uvas tintas y blancas cofermentadas en barricas de roble francés, junto a los hollejos blancos, durante nueve meses. El corte es secreto y se destaca por sus aromas intensos, cuerpo ligero, gran acidez, paso por boca agradable y una complejidad que lo diferencia de los demás. Lo ideal es beberlo como tinto más que como blanco (entre 14 y 16 grados).

El Esteco Old Vines Criolla 2015 - Bodega El Esteco, Cafayate, Salta, $435

Última novedad de la bodega y una muy buena idea de El Esteco para fomentar el consumo de grandes vinos. Se trata de un tinto suave y de muy buena expresión, elaborado con uvas criollas de parrales de más de 70 años, rescatadas en los Valles Calchaquíes por el enólogo Alejandro Pepa. Sobresale por su carácter frutado, taninos maduros y una marcada acidez. Tiene un perfil más bien salvaje y mineral, con una nota verde que recuerda al eucalipto. Es extremadamente fácil de tomar y honra la frescura, la pureza y el cuerpo medio. Beber bien frío.

Gaia Red Blend 2015 - Bodega Domaine Bousquet, Valle de Uco, Mendoza, $369

Pocos vinos pueden lograr tanta expresión y complejidad y ofrecer tantos atributos como este blend elaborado con uvas orgánicas: malbec (50%), syrah (45%) y cabernet sauvignon (5%) y una crianza de 10 meses en roble francés. Gran trabajo del enólogo Emilio Abrahan con tres varietales de distintas microzonas de Gualtallary que esconden diferentes composiciones de suelos. Es redondo y equilibrado, de carácter joven y frutado, excelente acidez y cierta austeridad que marca el paso por el paladar. Un auténtico exponente del Valle de Uco.

Confiado Pinot Blanco 2016 - Bodega Séptima, Valle de Uco, Mendoza, $360

Nuevo y escaso, se trata de un blanco elaborado con tintas por la joven enóloga Paula Borgo. Con uvas pinot noir de un antiguo viñedo plantado en parrales, en Tunuyán (1.200 msnm), contiene un trabajo de experimentación con microvinificaciones y agricultura de precisión. Tiene color intenso, textura y mucha untuosidad: al beberlo todo es frescura, equilibrio y madurez justa. Puede guardarse unos años para ganar bouquet y complejidad. Solo se hicieron 6.000 botellas de este blanc de noir sobrio que muestra otra versión del pinot noir.

Los Intocables Black Malbec 2015 - Bodega Finca Las Moras, Valle de Pedernal, San Juan, $215

Malbec nuevo, moderno y sin aristas, elaborado con uvas del Valle de Pedernal, San Juan. Tiene 12 meses de añejamiento en barricas de roble americano tipo bourbon, con un tostado que aporta sabores complejos. Un vino más que rico que, teniendo carácter y fuerza, es fluido y muy fácil de beber. Sus aromas y sabores complejos (frutados, tostados, especiados) se destacan junto con sus taninos dulces, una acidez justa, la madera integrada y un importante final ahumado propio del paso por madera. Vale la pena descubrirlo.

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Fuente: Verónica Gurisatti - Brando.