Rosell Boher y los secretos que se esconden detrás de sus burbujas. Noticias de vinos y bebidas. espaciovino - Vinoteca online
35% OFF en vinos seleccionados. Hacé click acá.
TU PEDIDO
¿Ayuda? Llamanos al 5352-8466 (VINO)

ROSELL BOHER Y LOS SECRETOS QUE SE ESCONDEN DETRÁS DE SUS BURBUJAS

Rosell Boher y los secretos que se esconden detrás de sus burbujas
Tiempo de lectura:
4 minutos

Compartir

27/09/2011
La compañía es famosa por elaborar algunos de los espumantes más renombrados del país. En diálogo con Vinos & Bodegas, su presidente explica la filosofía.

La Argentina es el gran productor de espumantes de la región y se estima que la industria mueve, en el mercado interno, cerca de 600 millones de pesos anuales.

En este contexto, los referentes del sector han iniciado en los últimos años una "cruzada" para desestacionalizar su consumo. Es decir, dejar de vincular a este producto únicamente con las fiestas para incorporarlo, paulatinamente, a costumbres más gourmet.

En este contexto, Cavas Rosell Boher es una de las compañías más destacadas del negocio y una de las impulsoras de esta estrategia que busca difundir los espumantes más allá de las fiestas de fin de año o las noches de verano.

La compañía produce vinos bajo la marca Rosell Boher y Viñas de Narváez, pero lo cierto es que la fama la han logrado gracias a las burbujas: su portfolio incluye espumantes que parten desde los $90 -Casa Boher Extra Brut- y llegan hasta los $290, como es el caso del Grande Cuvee.

"Ninguna de nuestras etiquetas está elaborada bajo el método charmat -en el cual la toma de espuma se genera principalmente en tanques y no en la misma botella-. Nuestro método de producción es 100% champenoise y esto marca una de las claves del por qué la calidad es una de las bases de nuestra vigencia", explicó Pablo Torres García, presidente de la compañía, en diálogo con Vinos & Bodegas.

"Nuestros espumantes pasan una gran cantidad de meses estacionados. Es algo a lo que no vamos a renunciar nunca. Si bien tenemos una gran demanda por parte del mercado, esto nunca va a implicar sacrificar la calidad para satisfacerla. No nos sirve de nada vender más con menos calidad. Me interesa vender lo que se pueda abastecer pero siempre manteniendo un estándar", subrayó Torres García.

El presidente de Cavas Rosell Boher profundizó el concepto al destacar que "el método champenoise tiene una gran carga financiera. Hoy estamos invirtiendo para ver la rentabilidad recién en cinco años. No hay muchas compañías que hagan esto porque el contexto actual es de mucha incertidumbre".

En este contexto, destacó que, a pesar de este escenario, en los últimos años llevan invertidos unos 2 millones de dólares para reacondicionar y modernizar toda la planta. Sin embargo, no renunciaron a un método tradicional como el que utilizan, que requiere más mano de obra que el charmat, que posee un carácter mucho más industrial.

"Cada botella que hacemos implica un gran capital parado y mucha gente alrededor. Podríamos tranquilamente hacer un espumante bajo el sistema Charmat pero perderíamos la esencia", recalcó.

Como se sabe, en el método tradicional la toma de espuma se logra en cada una de las botellas. Y se considera artesanal, entre otras cosas, porque para lograr un buen producto final, hay que rotarlas durante semanas para lograr que las borras se depositen sobre la cara inferior y así poder realizar el deguelle.

Al respecto, Torres García recalcó que "toda la rotación se hace manual. No tenemos máquinas. Por eso sabemos para crecer hay que invertir pero nunca arriesgando el tema de la calidad".

En lo que respecta a la materia prima, la bodega en la actualidad posee unas 90 hectáreas en el Valle de Uco, con las cuales abastecen el 100% de su demanda. Todas las vides están bajo un sistema de conducción de espaldero y cuentan, también, con malla antigranizo, de modo de bajar al mínimo los efectos de cualquier inclemencia meteorológica.

De cara al futuro, Torres García se mostró sumamente optimista. Si bien consideró que la inflación es uno de los grandes flagelos que impacta negativamente en la industria en general, aseguró que las buenas perspectivas que se abren para el negocio de los espumantes en el país marcan una tendencia interesante.

"El consumo en la Argentina está creciendo a buen ritmo. Creemos que los espumantes están ganando una porción cada vez más interesante en bebidas con alcohol y está trascendiendo el momento festivo. Esto es clave y nosotros estamos muy bien posicionados para seguir capitalizando este nuevo escenario", disparó.


Fuente: Juan Diego Wasilevsky - IProfesional.


OPINÁ SOBRE ESTA NOTICIA


Selecciones especiales