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ESPUMANTES VS. APERITIVOS, LA COMPETENCIA REAL EN EL CONSUMO

Espumantes vs. Aperitivos, la competencia real en el consumo
Tiempo de lectura:
6 minutos

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19/08/2014
Estas dos categorías han tenido un incremento importante en los últimos años. Cada uno supo reinventarse y sus volúmenes crecen en relación al año anterior. Sin embargo, hoy ambos compiten por momentos de consumo.

Según un informe elaborado por Nielsen, durante el último año móvil terminado en mayo, las ventas en volumen de aperitivos se incrementaron un 15,5 % a total nacional. En el otro lado y en el mismo periodo, según datos del INV, los espumantes experimentaron crecimientos del 1.4%, con ventas al mercado interno en volumen de 398.381 hectolitros.

Además, el resurgimiento de los aperitivos, amargos, bitters y fernets, ha resultado ser una de las categorías entre las de bebidas alcohólicas con mayor crecimiento en la última década. El consumo creció 405% desde 2003, hasta alcanzar los 1,5 litros per cápita en 2013, el año de mayor auge, según datos de la consultora Abeceb.com. Estos, según los especialistas, acaparan el consumo interno propiciado por el paladar argentino ávido a los sabores amargos. Cada uno de los aperitivos que reaparecen, surgen y son adoptados por los consumidores ya que traen consigo una historia y el auge de hoy por rememorar esas cosas de antaño y que a su vez estas marcas se han aggiornado, realizando grandes inversiones de relanzamientos, de marketing y comunicación. Entre ellos, podemos nombrar a algunos, como Gancia, Cinzano, Fernet, Campari, Aperol, entre otros.

Esto demuestra una vez más como la categoría va creciendo. Pero los espumantes no se quedan atrás y van ganando espacio. Esto, además de quedar reflejado en el consumo interno y también en las exportaciones, sino también en las empresas elaboradoras de este producto. Según el Observatorio Vitivinícola Argentino, en el período comprendido entre los años 2005 y 2013, el volumen de vino espumante fraccionado y el número de bodegas fraccionadoras creció significativamente, pasando en el primer caso de 22 millones a 43 millones de litros (aumento del 93%) mientras que de las 61 bodegas fraccionadoras de espumantes en 2005, el sector registró en el año 2013, 127 establecimientos.

Cómo y en dónde compiten

Lo interesante de estos datos es desglosar cómo cada uno de estos ocupa el lugar del otro o si las dos categorías pueden convivir juntas, o simplemente es la hora de reinventarse para que el otro no llegue primero. Un dato no menor, es que a pesar de que los espumantes han logrado a lo largo de los últimos años desestacionalizar su consumo y que las compras no se centralicen en verano. Sin embargo, no hay que dejar atrás, que tanto aperitivos como espumantes, tienen las ventas aseguradas y de explosión en los meses más calurosos. Por otro lado, son los elegidos para empezar una reunión o finalizar. Y por último, ambos a un precio menor, son los preferidos por los más jóvenes a la hora de salir a un bar. De este modo, cuando se desmenuza esta situación, hay más puntos en común que lo que uno imagina.

Lógicamente que cada uno también explota lo mejor de sí y seduce a los consumidores con sus mejores características. Con respecto a esto, Pedro Rosell, enólogo y propietario de bodega Cruzat, empresa elaboradora de espumantes, explicó que "el problema del alto grado alcohólico de los aperitivos y la invasión que producen sus aromas y gustos excesivos hace que los espumosos se transformen en la bebida ideal por su refinamiento, fineza y bajo grado alcohólico."

Sin embargo, señaló que todo crecimiento del consumo tiende a generar más competencia y nuevas oportunidades. "Estas oportunidades se transforman en nuevos consumidores que se van acercando de a poco a este tipo de productos".

Soledad Lores, de bodega Familia Zuccardi, indicó que compiten en la medida en que el espumante es ideal como aperitivo. Pero, resaltó que "a diferencia de los aperitivos tradicionales, los espumantes son elegidos como compañeros de distintas comidas, por lo que cuenta con un mayor dinamismo".

Por otro lado, agregó que el espacio de los aperitivos sigue acotado a las barras o a ciertos lugares de consumo, como bares y pubs. Mientras, que el espumante, en cambio, se consume tanto en esos lugares como en restaurantes y en casas particulares. De este modo, es que indicó que "la gran oferta de productos de calidad y los diversos estilos (charmat, champenoise, rosé, tintos, dulces, etc) lo convierten en una categoría del mercado con gran versatilidad y adaptabilidad a diferentes situaciones de consumo".

En este sentido, es que desde Zuccardi, señalaron que el espumante ha logrado reinventarse y el mayor desafío en este sentido ha sido sacarlo de un consumo exclusivamente estacional, para la época de las fiestas de fin de año, y posicionarlo como una bebida para consumir en cualquier momento y en compañía de diferentes platos. Asimismo, "su uso en coctelería se viene difundiendo y está siendo adoptado por cada vez más consumidores".

Con respecto al espacio ganado desde hace unos años el espumante, Rosell adelantó que Argentina siempre fue una fuerte productora de vinos. "En el momento que nos abrimos al mundo mejoró la calidad de estos productos en forma masiva, y lo mismo ocurrió con los espumosos". Además, agregó que "los espumosos están ampliamente presentes en todos los niveles económicos considerando la variedad de precios que existen actualmente en el mercado. Hay una variedad de espumantes hoy en día en Argentina tan grande que estamos frente a un productos bastante masivo, dentro del nicho donde compite. Creo que si seguimos haciendo las cosas bien cada vez iremos captando la atención de más consumidores, y desviando consumo de otras bebidas hacia los espumantes. Es una cosa de tiempo".

A estos comentarios, Soledad Lores, sumó que los espumantes deben seguir por el camino actual, y apuntar a ganar nuevos consumidores en todas las franjas de edad. "El rango es tan grande de precios y variedad que hay posibilidad de hablarle a distintos consumidores. La complejidad de sabores, la armonía y la elegancia son características que nosotros cuidamos. Debemos ligar el espumante a situaciones concretas de consumo con las que la gente logre una fácil y rápida identificación. Además, no descuidar la presencia del producto en eventos de distinta índole y la participación en ferias temáticas de esta categoría", sintetizó.


Fuente: Laura Saieg - Área del Vino.

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