Para esta producción, Vinos y Bodegas seleccionó cinco ejemplares que no fallan y para un amplio abanico de presupuestos

Este año, las bodegas volvieron a poner el pie en el acelerador en materia de lanzamientos.

Y hubo novedades para todos los estilos y presupuestos. En este contexto, marcado a fuego por bodegas que vienen dando pelea en el mercado interno e intentan ganar share en un negocio cada vez más complejo, Vinos & Bodegas seleccionó diferentes alternativas que recién desembarcan en las góndolas.

En esta guía incluimos cinco blends tintos pensados para un amplio abanico de paladares y de presupuestos, dado que sus precios arrancan en los $70 y llegan a los $560.

A tomar nota…

Euforia Red Blend 2013 – Bodega Goyenechea – Precio sugerido: $70

¿Qué ofrece?: antes de entrar de lleno en esta etiqueta vale decir que se trata de un punto de inflexión en la historia de esta bodega centenaria. Si bien en los últimos cinco años la bodega ya venía con un recambio de etiquetas e iniciando un giro en el estilo enológico, este blend es el mojón que marca el cambio. El mismo conjuga 85% de uvas Merlot y 15% de Malbec de San Rafael y el resultado es un vino con una fruta roja intensa madura, toques mentolados y un dejo apenas especiado. En boca muestra un cuerpo medio, de recorrido ligero. Los taninos todavía están en evolución y ofrecen una textura de leve rusticidad que, lejos de molestar, le dará pelea a un asado de domingo o a un buen plato de pastas con salsa a base de tomate y carne. Su leve pulso dulzón es compensado con una acidez marcada. Deja un recuerdo largo a fruta roja, cerrando un concepto efectivo y cumplidor.

Conclusión: vino fácil de beber, que no busca ser el más prolijo de la clase sino que se encarga de mostrar su carácter. El hecho de que la bodega apuesta por el Merlot es otro punto a favor para esta bodega que dio un paso clave hacia adelante.

Toia Gran Reserva 2010 – Bodega Putruele – Precio sugerido: $180

¿Qué ofrece?: se trata de un blend que le rinde homenaje a los terruños de San Juan de la mano de viñedos provenientes de dos valles diferentes: Calingasta y Ullum. Elaborado a base de Malbec, Syrah y Cabernet Sauvignon, este ejemplar se luce con una paleta que conjuga frutas rojas maduras, tipo mermleada, especias, recuerdos a romero y orégano y un dejo licoroso. La madera acompaña sumando pinceladas de vainilla y tabaco. En boca es amplio, de buena concentración y con una acidez que resistió muy bien los casi cinco años en botella y le aporta un pulso algo chispeante. Lejos de ser denso, se muestra fluido, con taninos dóciles y ya bien evolucionados. Su punto fuerte es su larguísima persistencia en boca. Si en una comida alguien con quien compartís este vino dice que al final siente algo parecido a esas clásicas golosinas de menta bañadas en chocolate, no lo mires raro: va a tener mucha razón.

Conclusión: ejemplar recomendado, dado que permite darse una recorrida por San Juan y disfrutar de un vino que ha evolucionado bien en estos años por menos de $200.

Gaia Red Blend 2013 – Bodega Domaine Bousquet – Precio sugerido: $224

¿Qué ofrece?: de algún modo, este blend tinto podría convertirse en el prólogo de un aggiornamiento de la bodega. Básicamente porque, si bien en los últimos años –conforme a la tendencia global- fueron reduciendo el nivel de madera en sus vinos e hicieron primar la fruta, las diferentes líneas conservaron el mismo estilo clásico. En cambio, este corte se muestra súper fresco y con una barrica en un muy segundo plano. Así, en momentos en que se considera moderno un regreso a lo básico, se puede afirmar que es el vino más “moderno” que hoy tiene Domaine Bousquet. En concreto, se trata de un 50% Malbec, 45% Syrah y 5% Cabernet Sauvignon que da como resultado una nariz elegante, donde predominan las ciruelas y los frutos rojos, las especias y esa típica y sugerente nota cárnica que sólo el Syrah le puede imprimir. Cierra con un leve toque mentolado y un dejo muy, muy suave a vainilla y algunos tostados. En boca, es un vino “back to the roots”: con una enología más simple y que hace prevalecer la fruta por sobre la madera. Tiene un andar jugoso, cuerpo medio y taninos apretados.

Conclusión: el resultado es un vino intenso pero sumamente amable y, sobre todo, fresco.

Vaglio Chango Red Blend 2013 – Bodega Vaglio Wines – Precio sugerido: $230

¿Qué ofrece?: José Lovaglio es hijo de la reconocida bodeguera Susana Balbo. Pero, a fuerza de grandes vinos, hace tiempo que se ha ganado un nombre propio. Y Vaglio Wines, su proyecto personal, es la cristalización de ese crecimiento como profesional del vino. Con cada una de las etiquetas que componen su portfolio, Lovaglio se propone contar una historia de los diferentes terroirs que lo influyeron. Y Chango trata de reflejar la historia de su infancia, que tuvo lugar entre Mendoza y Salta. Por eso este blend está compuesto por 20% de Tannat de Cafayate y 65% de Malbec y 15% de Cabernet Sauvignon de Altamira, Valle de Uco. En cuanto al vino, se trata de un blend que conjuga una paleta que suma fruta negra, tipo mermelada, con una pátina herbácea bien predominante y un fondo nítido que recuerda a la pimienta negra. Cierra con algunos aromas torrefactos que aportan presencia. Al paladar se muestra pleno, con mucha amplitud y recorrido no muy largo pero con un medio de boca verdaderamente explosivo, gracias a las notas de fruta negra, especias y pimentón rojo ahumado. Los taninos son firmes pero bien dóciles y pulidos, que le dan un fluir ligero.

Conclusión: la clave en este vino está en la aromática, que crece y logra un soberbio despliegue en el paladar, no apta para aquellos paladares que buscan vinos delgados y bien sobrios.

Gran Corte De Ángeles 2012 – Bodega De Ángeles Viña 1924 – Precio sugerido: $560

¿Qué ofrece?: en términos matemáticos, se trata de un 70% Malbec, 30% Cabernet Sauvignon. El 100% del vino pasó 14 meses en barricas. En términos prácticos, se trata de la primera añada de un blend de marcada expresividad, con una paleta compleja en la que conviven lo mejor de los dos mundos: hay fruta, un razo levemente especiado, toques mentolados y, ya en segundo plano, una nota de pimiento rojo. Completan aromas que recuerdan al tabaco y trazos tostados. En boca es intenso, bien sucroso, pero con un toque fresco y vivaz, la marca registrada de la bodega. Sin embargo, lo que identifica a esta etiqueta en particular, es su gran equilibrio, con un cierre largo y persistente.

Conclusión: no hay fuegos de artificios que deslumbren: es un vino plagado de sutilezas y definitivamente equilibrado. Tan simple y difícil de lograr como eso.

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Fuente: Juan Diego Wasilevsky – iProfesional.