Vinos & Bodegas te presenta un top 5 imperdible, conformado por etiquetas nada convencionales. Entre ellos hay un cava de la región española de Cataluña

El consumo de vinos espumosos se sostiene en los máximos históricos: según datos del Observatorio Vitivinícola Argentino, en 2014 se enviaron al circuito comercial 42,1 millones de litros, cifra apenas 0,5% por debajo del récord de 2013.

Hoy, el líder indiscutido en la producción de espumosos es Mendoza, provincia de la que proviene el 98% de todo el volumen que las bodegas despachan al mercado interno. Muy por detrás se ubican otros orígenes, como Neuquén, San Juan e, incluso, Córdoba.

Y el hecho de que en la actualidad prácticamente el consumo se ubique en un nivel cercano al litro per cápita está vinculado con un factor clave: las bodegas lograron desestacionalizar este producto.

En efecto: los espumosos dejaron de estar vinculados únicamente a las celebraciones o los festejos de fin de año. Según los registros del Observatorio, en la actualidad sólo 35% de todo el volumen despachado se concentra entre octubre y diciembre, cuando hace una década la proporción rondaba el 50%.

Además, un dato que no deja de llamar la atención es que dos meses “invernales”, como julio y agosto, registran más despachos que un mes considerado clave, como diciembre.

Por eso, desde Vinos & Bodegas celebramos que el consumo de espumosos se extienda a lo largo del año con esta guía de compras ideal para aquellos que buscan salir del clásico Extra Brut de Chardonnay o Pinot Noir.

A tomar nota…

Malbec Bubbles Malbec Brut Rosé – Bodega Gouguenheim – Precio sugerido: $105

La bodega Gouguenheim hasta no hace mucho tiempo estaba enfocada básicamente al mercado de exportación y se especializaba en la elaboración de vinos tranquilos tintos de alta gama. Esta novedad en forma de burbujas es digno de mención. Posee una intensa nariz dominada por los frutos rojos y leves trazos florales, no hay demasiada complejidad, sí aromas francos y limpios. En boca presenta una mousse delicada y fina, con una acidez equilibrada y una carga aromática de alto impacto en todo el paladar. Buen cuerpo, que lo convierte en un ladero ideal para acompañar platos de sabores suaves a base de pescado, pollo o ensaladas. También se lucirá como aperitivo, para abrir cualquier comida o reunión.

Carta Nevada Semi Seco – Bodega Freixenet – Precio sugerido: $160

Así como en Francia no todo espumoso es un champagne, dado que esta apelación depende de su origen y de una serie de requisitos controlados por un consejo regulador, en España se aplica la misma regla: hay muchas regiones y bodegas que elaboran espumosos en ese país, pero no todos son cavas. Aquí te presentamos un auténtico cava del Penedés, la región catalana por excelencia y de donde proviene cerca del 95% de la producción total de cava. Un dato para mencionar es que Freixenet elabora unas 100 millones de botellas anuales y maneja, junto a esta etiqueta y otras como Cordón Negro, el 90% del consumo de cava español en la Argentina. En primer lugar, el sello de la Denominación Cava sólo distingue a aquellos productos elaborados bajo el método tradicional, con una segunda fermentación realizada en la botella, y que permanecen en las cavas por un período mínimo de nueve meses, además de otras consideraciones sobre calidad de la uva y rendimientos máximos permitidos. Para Carta Nevada se utilizan tres uvas típicas de esa región y que probablemente no habías oído nombrar: la Macabeo, que aporta frutas y flores; Xarel.lo (sí, con punto), que suma cuerpo, volumen y acidez, y Parellada, que aporta buenos aromas pero sutil acidez y bajo alcohol. El resultado es un cava de aromas intensos, con predominio de las notas de frutas blancas y un intenso colchón floral. Al paladar es un producto perfectamente compatible con el gusto argentino: tiene una burbuja fina y delicada, es apenas chispeante, con una acidez presente pero equilibrada, más despliegue aromático y un dulzor leve y en su punto justo. Sus $160 se puede considerar un precio atractivo para tener una puerta de entrada al mundo del cava.

Doña Paula Sauvage Blanc – Bodega Doña Paula – Precio sugerido: $180

En 2014, Doña Paula, bodega especializada en la producción de vinos blancos, sorprendió al mercado al lanzar el primer espumoso a base de Sauvignon Blanc, al menos en el circuito masivo. Muchas veces lo original no necesariamente viene de la mano de la calidad, pero en este caso el producto obtenido es realmente destacable y lleva a pensar por qué otras bodegas no se lanzaron antes a elaborar un espumoso de este tipo. Sauvage Blanc es producido en tanques de acero bajo el método Charmat para que sea un producto fresco, fácil de beber y no excesivamente complejo. El resultado está en la nariz, explosiva, con notas tropicales, cítricas y un colchón de aromas balsámicos. Al paladar es sumamente fresco y amigable, de la mano de una buena mousse y una aromática expresiva. La acidez está pronunciada, pero no es un espumoso mordiente y nervioso. Para el verano es un verdadero hit, para el invierno es ideal para acompañar sushi, carnes blancas o ensaladas. En Buenos Aires lo comercializa la vinoteca Grand Cru, especializada en vinos de alta gama.

Alma 4 Bonarda 2012 – Bodega Alma 4 – Precio sugerido: $187

A olvidarse de los manuales con este espumoso método Champenoise que cuenta con la firma de cuatro amigos, entre ellos, el inquieto Sebastián Zuccardi. Servir este 100% Bonarda es una experiencia en sí misma. Desde el vamos, intriga por su espuma rosada y su color cereza profundo y muy oscuro. En nariz, se aferra al manual del varietal: explosiva fruta roja con leves trazos herbáceos. En boca es un espumoso con una mousse bien compacta, avanza con mucho volumen y una acidez amable, no punzante. Deja un buen recuerdo a cerezas confitadas, tipo mermelada. Ideal para comer junto con un asado y acompañar, por qué no, unas buenas mollejas o un matambrito de cerdo a la parrilla.

Las Perdices Nature – Bodega Viña Las Perdices – Precio sugerido: $165

Las Perdices es una de las autoridades máximas en el mercado local en la elaboración de espumosos bajo método tradicional. Y para marcar la diferencia con el resto, presentó este ejemplar que, hay que decirlo, viene con un manual de instrucciones. ¿Por qué? Porque no se le realizó el degüelle, es decir, no se le agregó licor de expedición para que realice la segunda fermentación y en la botella quedaron las borras –o restos de levaduras- en suspensión. Si vas a un restaurante con servicio de sommeliers, lo ideal es que no te preocupes por cómo abrirlo. Pero si tenés una botella de estas en tu casa, desde la bodega explicaron cómo hacerlo: primero que nada, viene sin corcho, dado que tiene una chapita similar a la que se utiliza en la industria de la cerveza y que es muy común en la primera fase de elaboración de espumosos método Champenoise. Para expulsar esas borras, luego de tener la botella boca abajo durante largo rato, tenés que hundir el pico en una frappera con agua helada; luego, retirar la tapa corona con un destapador; tapar rápidamente el pico con el dedo pulgar luego de dejar correr algo de producto y ahí sí disfrutar. El resultado es un espumoso con capas de aromas, que suma notas de brioche, leve pátina de frutas tropicales y frutos secos. Al paladar es realmente envolvente y amplio, de gran volumen y oleosidad. La acidez controlada aporta equilibrio. En su regusto, este espumoso de alto vuelo y 100% gastronómico, dejará un recuerdo a frutas blancas y flores.

---

Fuente: Juan Diego Wasilevsky – iProfesional.